Actualmente, la producción en agricultura ecológica en el estado español está aumentando de forma acelerada, haciendo que se esté convirtiendo en un sector dinámico y con grandes expectativas. Pero actualmente depende en una alta proporción de las exportaciones a países europeos, donde la demanda real de productos ecológicos es mayor.
Tal vez este haya sido el primer paso, pero no debemos olvidar que la agricultura ecológica debe ir englobada en un sistema de desarrollo sostenible, donde el desarrollo endógeno sea la base. Es decir, basar la agricultura ecológica en la comercialización a través de las exportaciones puede llegar a ser complicado, porque hace dependiente al agricultor de un sistema que varía sus gustos y necesidades con bastante facilidad, de hecho, la reciente crisis ocasionada en países del centro de Europa, ha afectado a las perspectivas de ventas de algunos productores.
Además este hecho, hace que solo tengan salida al exterior agricultores con gran superficie o cooperativas, ya que es necesario comercializar volúmenes grandes para que se rentabilice el proceso de comercialización. La dependencia de las grandes cadenas vuelve a ser evidente.
La agricultura ecológica debe ser la base de activación de muchas zonas rurales, en estas zonas los productores suelen, en muchas ocasiones, ser pequeños agricultores, por lo que se hace mucho más interesante el abastecimiento mediante sus productos a zonas cercanas, teniendo la posibilidad de plantear precios más económicos y sociales. Existen muchas posibilidades, desde el típico puesto de frutas y verduras en el mercado municipal, hasta negociar con las grandes superficies la salida seria y no de forma puntual de estos productos, para ello se hace indispensable la colaboración de las administraciones públicas.
Las encuestas demuestran que el 90’9 % de los consumidores españoles están interesados en consumir productos ecológicos y el 60 % se queja de la falta de información. Esto debe servir para desarrollar entre todos los actores implicados nuevas redes de comercialización que activen la agricultura ecológica a pequeña escala. La colaboración de las administraciones públicas es fundamental y la atención que debe prestar a asociaciones que llevan trabajando en este sentido durante años, evidente.
Solo de esta forma podremos concluir que el desarrollo de la agricultura ecológica supone un desarrollo sostenible del medio rural.
Para ampliar cualquier información, o realizar consultas sobre éste y otros temas de agricultura ecológica, podéis escribirme a rarrasan@hotmail.com