Según la definición adoptada por el Ministerio Agricultura Pesca y Alimentación, entendemos por agricultura ecológica la “agricultura alternativa que se propone obtener unos alimentos de máxima calidad nutritiva respetando el medio y conservando la fertilidad del suelo, mediante una utilización óptima de los recursos locales sin la aplicación de productos químico sintéticos”.
La agricultura ecológica pasa por ser una modalidad de cultivo que está incrementando su importancia en los últimos años. Los datos actuales revelan una actividad que abarca más de 800.000 ha de cultivo, 15.700 productores, 2.000 elaboradores o 17.500 operadores.
Por su parte, el desarrollo rural ha ido gestándose como una auténtica política del mundo rural en el seno de la Política Agraria Común a partir de unas incipientes directivas en los años setenta que evolucionaron hacia una política socio-estructural. Esta relevancia se ha consolidado mediante un incremento en la dotación económica comunitaria que permite la financiación de 3 iniciativas a partir de los Fondos Estructurales 2007-2013: 1) competitividad, 2) medio ambiente y gestión del suelo, y 3) calidad de vida y diversificación:
1. La iniciativa de competitividad engloba acciones como mejora de las infraestructuras, incorporación de jóvenes al mundo rural y dotación de ayudas para el mantenimiento de las rentas.
2. La segunda iniciativa, medio ambiente y gestión del suelo incorpora las tradicionales dotaciones concedidas a zonas desfavorecidas y de montaña, la Red Natura, las medidas agroambientales incorporadas en el año 92 o la preocupación por el bienestar animal.
3. La calidad de vida y diversificación responde a objetivos de diversificación económica, instalación de empresas en el medio, incremento del turismo o renovación de los núcleos de población
Además, se ha decidido mantener una cuarta iniciativa continuista denominada LEADER+, la cual se centra en la asociación interregional y el intercambio de experiencias, para fomentar el desarrollo sostenible a partir de los grupos de acción local vinculados al territorio.
La agricultura ecológica encaja en las 3 iniciativas aportando soluciones a los problemas que se presentan a un sector cada vez más vigilado por el ojo crítico de sus detractores.
1. Ante la necesidad de mejora de la competitividad de la actividad agraria, presenta una diferenciación productiva que permite la apertura y el acceso a nuevos mercados. Además, son productos que generan un incremento en el valor añadido final y, al alcanzar un precio mayor en el mercado, repercuten positivamente en la rentabilidad empresarial de la explotación.
2. La producción ecológica destaca por sus técnicas respetuosas de producción compatibles con el desarrollo sostenible, por lo que se instaura como una de las salidas de la actividad agraria en un futuro cercano.
3. Además del fomento de nuevos nichos de mercado, se obtienen beneficios indirectos que confluyen en una mejora de la calidad de vida en el medio rural a partir de la creación de industrias agroalimentarias relacionadas, empresas suministradoras de servicios, creación de puestos de trabajo ante la posibilidad de mantener una actividad con ciertas garantías de futuro, o conservación del patrimonio histórico-artístico gracias al incremento de la actividad en el medio rural
Por todo ello, recientemente los productores han solicitado al Ministerio de Agricultura el tratamiento específico para la agricultura ecológica en la nueva programación del desarrollo rural que permita la mejora en la concienciación tanto de los productores como de los consumidores
La agricultura ecológica pasa por ser una modalidad de cultivo que está incrementando su importancia en los últimos años. Los datos actuales revelan una actividad que abarca más de 800.000 ha de cultivo, 15.700 productores, 2.000 elaboradores o 17.500 operadores.
Por su parte, el desarrollo rural ha ido gestándose como una auténtica política del mundo rural en el seno de la Política Agraria Común a partir de unas incipientes directivas en los años setenta que evolucionaron hacia una política socio-estructural. Esta relevancia se ha consolidado mediante un incremento en la dotación económica comunitaria que permite la financiación de 3 iniciativas a partir de los Fondos Estructurales 2007-2013: 1) competitividad, 2) medio ambiente y gestión del suelo, y 3) calidad de vida y diversificación:
1. La iniciativa de competitividad engloba acciones como mejora de las infraestructuras, incorporación de jóvenes al mundo rural y dotación de ayudas para el mantenimiento de las rentas.
2. La segunda iniciativa, medio ambiente y gestión del suelo incorpora las tradicionales dotaciones concedidas a zonas desfavorecidas y de montaña, la Red Natura, las medidas agroambientales incorporadas en el año 92 o la preocupación por el bienestar animal.
3. La calidad de vida y diversificación responde a objetivos de diversificación económica, instalación de empresas en el medio, incremento del turismo o renovación de los núcleos de población
Además, se ha decidido mantener una cuarta iniciativa continuista denominada LEADER+, la cual se centra en la asociación interregional y el intercambio de experiencias, para fomentar el desarrollo sostenible a partir de los grupos de acción local vinculados al territorio.
La agricultura ecológica encaja en las 3 iniciativas aportando soluciones a los problemas que se presentan a un sector cada vez más vigilado por el ojo crítico de sus detractores.
1. Ante la necesidad de mejora de la competitividad de la actividad agraria, presenta una diferenciación productiva que permite la apertura y el acceso a nuevos mercados. Además, son productos que generan un incremento en el valor añadido final y, al alcanzar un precio mayor en el mercado, repercuten positivamente en la rentabilidad empresarial de la explotación.
2. La producción ecológica destaca por sus técnicas respetuosas de producción compatibles con el desarrollo sostenible, por lo que se instaura como una de las salidas de la actividad agraria en un futuro cercano.
3. Además del fomento de nuevos nichos de mercado, se obtienen beneficios indirectos que confluyen en una mejora de la calidad de vida en el medio rural a partir de la creación de industrias agroalimentarias relacionadas, empresas suministradoras de servicios, creación de puestos de trabajo ante la posibilidad de mantener una actividad con ciertas garantías de futuro, o conservación del patrimonio histórico-artístico gracias al incremento de la actividad en el medio rural
Por todo ello, recientemente los productores han solicitado al Ministerio de Agricultura el tratamiento específico para la agricultura ecológica en la nueva programación del desarrollo rural que permita la mejora en la concienciación tanto de los productores como de los consumidores