El impulso y la regulación de la actividad exportadora, y, en consecuencia, de nuestro sistema productivo, es una de las constantes de las asociaciones de productores agroalimentarios, que en España, está generando mayor movimiento económico. La realización de actividades de promoción que ayuden a crear un marco favorable a las exportaciones de los productos agroalimentarios, bien directamente o bien a través de organizaciones empresariales pueden favorecer las exportaciones y la creación de un ambiente favorable para su desenvolvimiento posterior. Los rasgos característicos del sector agroalimentario Español se encuentran en el gran volumen de participación en el PIB de las Comunidades Autónomas con mayor peso específico en producción agraria, y el crecimiento del sector industrial de transformación. En el ejercicio de 2000, el comercio exterior español de alimentos obtuvo prácticamente el doble de superávit que el año pasado, lo que ofrece una idea de la importante evolución nacional en el ámbito de las relaciones comerciales con otros países.
No obstante, el dinamismo que queremos imprimir al desarrollo empresarial dista mucho de lo conseguido hasta ahora. La aparición de nuevos mercados, los innovadores modelos de comercialización o el aseguramiento de la calidad, son algunas de las características que influyen en la potenciación de la industria agroalimentaria, por lo que es necesario incentivar la iniciación a la comercialización por parte de las instituciones a las empresas que nunca lo han hecho, así como, ofrecerles formación básica en este proceso.
Los distintos subsectores, desde España, afrontan la inevitable globalización de los mercados con sensibilidades muy dispares lo que hace dudar a los productores a la hora de decidirse a exportar. Por ello, es fundamental potenciar la promoción de nuestros productos agroalimentarios e incidir en los controles de calidad, que sin lugar a dudas, son los mecanismos adecuados para combatir la competencia de terceros países de la UE o de mercados emergentes de Latinoamérica.
Los objetivos estratégicos por los que apuesta PROAGRO pasan hoy por puntos como la mejora de la coordinación institucional, la prioridad de la pyme o la diversificación de mercados. Este es un reto que desde la Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios en colaboración con el sector empresarial se ha planteado y al que vamos a dedicar nuestros mejores esfuerzos.