Los productores españoles están encontrando enormes dificultades a la hora de acceder a los canales de distribución en países miembros de la UE, siendo uno de los principales obstáculos la ausencia de las distintas certificaciones de calidad y aseguramiento de la calidad alimentaria. Esto podría explicarse, según el estudio realizado por la Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios (PROAGRO), que se encuentra realizando diversos seminarios por toda la geografía española, por la falta de información de los distintos sectores acerca de la implantación de la normativa comunitaria ISO 9000 relativa a la calidad y aseguramiento de la calidad e ISO 14000 en gestión medioambiental, lo que perjudica gravemente sus intereses frente a otros exportadores que ya han obtenido dicha certificación.
Debemos tener en cuenta que la calidad de un producto, es el conjunto de propiedades y características que le confieren su aptitud para satisfacer las necesidades expresadas o implícitas de su usuario, y la normativa ISO la garantía de que lo que se está consumiendo cumple con el conjunto de acciones preestablecidas y sistemáticas que permiten dar garantías sobre el buen hacer de una empresa. De esta forma, la empresa demuestra que su producto satisfará las exigencias del cliente.
La obtención de un certificado de aseguramiento de la calidad permite adquirir una imagen de prestigio y de garantía frente a los clientes que están cada vez más sensibilizados por el tema de la calidad. Como estamos viendo, cada vez más, y esto es algo que se valora muy positivamente, los grandes centros de distribución exigen que sus proveedores tengan un sistema de calidad certificado.
Los productores implicados en el difícil y laborioso mercado exportador tienen que asumir, que el final lógico de la implantación de un sistema de aseguramiento de la calidad es la certificación de la empresa. Esta certificación muestra el verdadero reconocimiento oficial e internacional, avala la producción y comercialización de los productos agroalimentarios y constituye una prueba de la validez y de la eficacia del sistema de aseguramiento de la calidad de acuerdo con las exigencias legales de autocontrol y de las directrices de la ISO 9000.
El objetivo de PROAGRO en la realización de este estudio, es presentar un perfil de calidad entre sus asociados y evaluar sus métodos de producción, así como identificar los factores que determinan el éxito y los principales obstáculos de introducción y permanencia en los mercados europeos. Por lo que aconsejamos a los distintos sectores productivos se apliquen en la obtención de la certificación de calidad.
Ismael Álvarez de Toledo, Presidente de PROAGRO