Los primeros experimentos que se hicieron en Francia, país pionero en la materia, sobre la utilización del pienso como aporte alimenticio en helicicultura, se destinaron exclusivamente a la Cría Intensiva. Ya que por las características de la misma y la utilización de instalaciones cerradas y sin luz no cabe posibilidad del cultivo y aporte de vegetales.
Antes de continuar pasamos a definir la Cría Biológica Extensiva: Esta es una modalidad de la Cría Extensiva, cada vez más extendida por España que se caracteriza sobretodo por mantener a los caracoles dentro de recintos al aire libre, pero protegidos y cubiertos con unas mallas térmicas, desde que nacen hasta que son recolectados, es decir, el caracol, nace, crece, copula, realiza la puesta y es recolectado en el mismo recinto y; el ciclo comienza de nuevo. El caracol, por tanto solo es manejado una vez en su vida. Los recintos, cuando se preparan para recibir a los reproductores, han de estar completamente cubiertos de diversa vegetación tal y como se describe en el libro “La Cría Biológica del Caracol”, al cabo de un tiempo, cuando los reproductores ya han cumplido su función y tenemos millones de alevines campando a sus anchas y con el único objetivo que devorar todo lo que se encuentran a su paso para crecer lo más rápido posible, nos encontramos con que la vegetación destinada a la alimentación comienza a mermar manteniéndose intactas las plantas que hemos puesto para cobertura y refugio.
Es entonces cuando surge la necesidad de incorporar comida suplementaria por los siguientes motivos:
– Aportar complementos nutritivos y minerales necesarios para una mayor rapidez en el crecimiento.
– Recuperación de la vegetación destinada a alimento
Podremos entonces, como dicen en algunas academias, cortar vegetal fresco que hemos plantado en el exterior y todos los días introducirlo dentro de los recintos, frutos, hortalizas, pero si nos pasamos, lo que vamos a provocar es que inundaremos la superficie de material vegetal muerto que, lejos de ser malo como aporte de materia orgánica al suelo, provocará un manto que impediría el desarrollo de la vegetación original del recinto y que muy probable entre en putrefacción generando hongos y bacterias.
Últimamente, en épocas de mayor actividad y crecimiento, que es la primavera y el otoño, muchas granjas de que se dedican a la Cría Biológica Extensiva realizan aportaciones con pienso especial dentro de los recintos mediante unos comederos muy fáciles de realizar, diseñados específicamente para que el pienso no caiga al suelo ni se moje, evitando así la putrefacción del sobrante y facilita mucho al helicicultor la labor de alimentar a sus caracoles, ya que solo será necesaria rellenar los comederos 1 o 2 veces por semana.
Los piensos que se utilizan en la Cría Biológica Extensiva no son complejos ya que el aporte de vitaminas que necesita el caracol lo extrae de la fresca vegetación que existe dentro del recinto y muchos minerales, los extrae del mismo suelo y del agua del riego. Por tanto, los helicicultores que apuestan por este sistema se abastecen ellos mismos y no tienen que depender de proveedores de “piensos especiales para la helicicultura”, piensos estos que no son baratos y reducen mucho los márgenes de explotación.