Ver si éstos cambios van acompañados de innovaciones tecnológicas, observar como se trabajan nuevas formas de producir , manejar el agua y lo importante la toma de decisiones mas pensadas.
En esta situación un factor determinante es el conocimiento, el ejemplo y el plan de parcelas demostrativas,entre otros. Hay que hacerle frente a la nueva competencia, a probables crisis de recursos hídricos; del mismo modo, resolver una apremiante necesidad de generar mas trabajo y acceder mejorar los ingresos.
En este ínterin, los agricultores se convierten en actores de generación de divisas entre otros aspectos, que vale la pena comentar. Me refiero, en este comentario a la decisión tomada por un grupo de agricultores en las zonas áridas al Sur de Perú.
La apertura de tierras agrícolas en las zonas áridas al Sur de Perú significó la construcción de muchas obras hidráulicas entre presas, canales de derivación, bocatomas, pozos, otros. Ello permitió, el desarrollo de cultivos en un desierto sediento, con el pasar de los años muchos agricultores se acostumbraron a desarrollar formas de producción repetitivas y con bajos niveles de ingreso.
Probablemente no tomaron en cuenta las ventajas comparativas, la inteligencia de mercados que confirman la existencia de paraísos de consumo para diversos productos.
Aparte de ello, los sistemas de riego que implementaron en la mayoría de los predios, fue el sistema de riego por gravedad y actualmente ya se viene optando por sistemas de riego presurizado como el goteo pero ubicándolo donde se le necesite.
Es así, que las áreas agrícolas indicaron un alto índice de predominio de cultivo de alfalfa, que juega un importante papel como cultivo colonizador de suelos salinos y forjador de una interesante cuenca lechera, con miles de metros cúbicos de leche diaria.
Pues siempre, después de un lavado preliminar de sales, le precedía el cultivo de la alfalfa para superar esta etapa de transición.
Uno de los cultivos, que logra ingresar a esta escena es la Tuna o Nopal cuyo principal destino, es el empleo en la explotación especializada de la cochinilla, de la cual extrae un colorante orgánico que se viene posicionando en el mercado con mucho éxito, y aun, desconociendo las tendencias de los precios, se continúa en incrementar mas áreas. Este cultivo también viene utilizándose como forraje
Analizando las razones que hacen que muchos de los agricultores opten por este cambio son:
En primer lugar, es que cuentan con un mercado atractivo, son épocas que se apuesta por lo orgánico
Es un producto rentable.
Los resultados de las cosechas son buenas en cantidad y calidad, pues toda una región con máximos niveles de brillo solar en el año, es de esperar altas productividades.
Esta actividad genera trabajo permanente un jornal hectárea año.
Las condiciones agro climáticas, le son favorables; como la casi nula precipitación pluvial, permiten que las poblaciones de cochinilla no sean derivadas por los golpes de agua.
La humedad baja, este factor de sequedad, la excluyen hasta ahora de muchas enfermedades. Es mínimo o nulo entonces, el uso de pesticidas, lo que hace que se contribuya positivamente con el medio ambiente.
Se participa activamente, en la generación de oxigeno con consumos de CO2 en los más bajos niveles de demanda de agua. Este rublo, es importante para ser considerados, en los acuerdos sobre beneficios ecológicos.
Por tipo de cosecha, de producto no perecible y concentrado, evita mayores gastos en el transporte. El ejercicio de una cosecha, concentra entre 400 y 1300 kilos por hectárea de Cochinilla seca por año.
La siembra no requiere excesiva mecanización y se adapta fácilmente sin exigir suelos especiales.
Es toda una planta nativa, con profunda adaptabilidad a estos desiertos contando con mecanismos de soportabilidad a sequías extremos.
Entonces generalizando, entendemos, que en una región donde lo que más sobra son áreas para desarrollar cultivos y lo que mas escasea es el agua, resulta ilógico que no se apueste por cultivos, que acusan bajo consumo de agua de regadío y genera buena rentabilidad
Entre los predios que ingresaron a este modelo, son de la irrigación La Cano que de las 7 hectáreas de su parcela, el agua solo les permitía regar 3 hectáreas de alfalfa, actualmente, cultivan toda la parcela con tuna.
Otros predios que ingresaron, son aquellos que colindan con áreas eriazas y les ha permitido que los que cultivaban 20 hectáreas, actualmente, superan las 80 hectáreas con tuna, cuadriplicando la mano de obra y los ingresos.
Aquellas parcelas, que no tienen donde crecer van quedando rezagadas, a falta de leyes que vayan al acorde con los cambios.
Sea cual fuere, los modelos de enfoque económico y las razones que definen estos escenarios, nos enfrentamos a nuevos desafíos que tienen necesariamente, que ver con el conocimiento de una nueva cultura del agua, una visión amplia, sobre opciones de nuevos modelos de producción competitivos y limpios.
Es necesario contar con planes de transferencia de conocimiento que beneficie a muchos agricultores privados de la información necesaria dentro de una gestión ambiental, social y económica que pruebe, afine o cambie modelos de producción y supere deficiencias una tarea que debe de realizarse.