¿Es necesaria una página web para vender Online?

¿Es necesaria una página web para vender Online?
Un par de años atrás, el que – a nivel empresarial – no tenía una web no existía en Internet. Las empresas y pequeños comerciantes registraban dominios .COM, y encargaban el desarrollo de webs para sus empresas o negocios, e incluso algunos “aventureros” se iniciaron en el mundo del desarrollo web creando sus propias webs en las que ofrecían sus productos y servicios.
Hoy en día esto sigue siendo muy habitual.
En poco tiempo, algunas fuentes estadísticas hablaron de tres mil millones de webs. Sí, tres mil millones.
Yo mismo pensaba que era necesario estar online, y que si no estabas, no existías para el mundo Internet.
Pero el tiempo pasa y te permite analizar mucho mejor la evolución de Internet, y hacia donde nos conducen estos cambios desde el punto de vista de la comercialización online.
La realidad es que cuando alguien me pregunta hoy en día: ¿Juan, me recomiendas que haga una página web? Les suelo contestar “No, no es el momento, no vale la pena”. Y es que para analizar una inversión tienes que conocer sus resultados, y desde el punto de vista de la comercialización, una página web te va a aportar poco, o muy poco.
Me explico:
Permitirme que utilice un ejemplo: Si te montas un punto de venta en la calle más transitada de tu ciudad, la gente pasará por la puerta de tu tienda, entrará y te comprará.
Si te montas un punto de venta en Internet (una página web con el objetivo de comercializar tus productos y servicios), la gente no pasará por tu puerta, no te conocerá y no entrará. Simplemente porque no sabrán que tú estás ahí.
Por este motivo, una web “tradicional” no puede resultar efectiva.
Pero hay soluciones, desde luego:
La primera de ellas es preguntarnos: ¿Qué quiero conseguir de Internet? Si lo que quieres es vender tus productos o servicios con la ayuda de Internet, quizá no necesites una web. Volviendo a utilizar el ejemplo de la calle más transitada de tu ciudad, lo que necesitas es poner tus productos en uno de los escaparates de El Corte inglés. ¡Eso estaría bien!. Tus productos, vendiéndose como “churros”. Este ejemplo, llevado a Internet, supondría ofrecer tus productos en un mercado de compraventa online con mucho tráfico (en el caso del sector agrario, Agroterra.com). La clave de esto es que tus productos alcanzarán una elevada difusión, porque los mercados online de compraventa punteros reciben miles de visitas cada día. Podrás estar en el escaparate, la planta de oportunidades o en el sótano. Dependerá de tu presupuesto, pero lo importante es que estarás ahí. Algo que no te garantiza la web mejor diseñada del mundo.
La segunda opción sería desarrollar tu propia web, pero encargarte de darle elevada difusión a tus productos y a tu ubicación online. Si no, los usuarios no entrarán, porque no sabrán que estás ahí.
Esta difusión estará basada en campañas de publicidad (efectivas!, no tirar el dinero.), posicionamiento en buscadores y por supuesto, presencia masiva en los mercados de compraventa online. Porque ambas situaciones son compatibles.
Por lo tanto, mi consejo es que si vas a hacer el esfuerzo de comercializar online, hazlo bien. Si no, no te quedes a medias porque posiblemente no obtendrás resultados positivos.
¡Hasta la semana que viene!

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