Informe OMC y el PNUMA la relación entre el comercio y el cambio climático

Comercio y medio ambiente
El desarrollo sostenible y la protección y preservación del medio ambiente son objetivos fundamentales de la OMC. Están consagrados en el Acuerdo de Marrakech, por el que se estableció la OMC, y complementan el objetivo de la OMC de reducir los obstáculos al comercio y eliminar el trato discriminatorio en las relaciones comerciales internacionales. Aunque no existe ningún acuerdo específico que trate del medio ambiente, los Miembros pueden adoptar, en el marco de las normas de la OMC, medidas relacionadas con el comercio que tengan por objeto proteger el medio ambiente, siempre que se cumpla una serie de condiciones para evitar el uso indebido de esas medidas con fines proteccionistas.
La OMC contribuye a la protección y preservación del medio ambiente mediante su objetivo de apertura del comercio, sus normas y su mecanismo de observancia, la labor realizada en diferentes órganos y sus esfuerzos constantes en el marco del Programa de Doha para el Desarrollo. En el Programa de Doha se incluyen negociaciones específicas sobre el comercio y el medio ambiente, y se asignan algunas tareas al Comité de Comercio y Medio Ambiente en sesión ordinaria.

En el informe de la OMC y el PNUMA sobre “El comercio y el cambio climático”, que se publica hoy 26 de junio 2009, se examina el punto en que el comercio y el cambio climático se entrecruzan desde cuatro perspectivas: la ciencia del cambio climático, la economía, las actividades multilaterales para hacer frente al cambio climático, y las políticas nacionales en materia de cambio climático y sus efectos en el comercio.
La OMC y el PNUMA son socios en el empeño por lograr el desarrollo sostenible y este informe es fruto de las investigaciones realizadas por ambas organizaciones en colaboración.
“Ante un reto de tal magnitud, es fundamental la cooperación multilateral, y la satisfactoria conclusión de las negociaciones en curso sobre el cambio climático es el primer paso a fin de lograr un desarrollo sostenible para las generaciones futuras”, dijeron el Director General de la OMC, Pascal Lamy, y el Director Ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
Tanto Steiner como Lamy instan a la comunidad internacional a que selle un acuerdo equitativo y decisivo en la importantísima reunión de las Naciones Unidas sobre el cambio climático que se celebrará en Copenhague (Dinamarca) en diciembre de 2009. También instan a las naciones a que concluyan la Ronda de Doha de negociaciones comerciales, que incluye abrir el comercio de bienes y servicios ambientales, contribuyendo con ello a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles científicamente defendibles.
Hay datos científicos que demuestran claramente que el sistema climático de la Tierra se está calentando a consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, que siguen aumentando en todo el mundo y continuarán creciendo en los próximos decenios si no se introducen cambios significativos en las leyes, las políticas y las medidas vigentes. Aunque un comercio más libre podría dar lugar a un aumento de las emisiones de CO2 como resultado del incremento de la actividad económica, también puede contribuir a aliviar el cambio climático, por ejemplo, al aumentar la difusión de las tecnologías de adaptación y mitigación.
Se prevé que la economía mundial se verá afectada por el cambio climático. Sectores como la agricultura, la silvicultura, la pesca, el turismo y la infraestructura de transporte, que son esenciales para los países en desarrollo, son los más afectados. A menudo estos efectos influirán en el comercio.
Según el nuevo informe, la apertura del comercio y la lucha contra el cambio climático pueden respaldarse mutuamente para lograr una economía de bajas emisiones de carbono. En contra de lo que algunos alegan, el comercio y la apertura del comercio pueden tener un impacto positivo en las emisiones de gases de efecto invernadero de múltiples maneras, en particular acelerando la transferencia de tecnología limpia y brindando a los países en desarrollo la oportunidad de adaptar esas tecnologías a las circunstancias locales. El aumento de los ingresos que conlleva la apertura del comercio también puede cambiar la dinámica social y las aspiraciones de las sociedades, que al enriquecerse tendrán la oportunidad de exigir normas ambientales más estrictas, incluidas las relativas a las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, hay pruebas de que una mayor apertura del comercio, junto con medidas de lucha contra el cambio climático, pueden catalizar la innovación mundial, en particular nuevos productos y procesos que pueden estimular la creación de nuevas empresas de tecnología limpia.
Diversos países han empleado medidas nacionales, que van desde los instrumentos reglamentarios tradicionales hasta incentivos económicos y medidas financieras, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la eficiencia energética. En el informe se pone de relieve el impacto que esta compleja red de medidas podría tener en el comercio internacional y en el sistema multilateral de comercio. En los últimos años han proliferado las prescripciones técnicas (las normas voluntarias y los regímenes de etiquetado) en relación con bienes inocuos para el medio ambiente y la eficiencia energética. Asimismo, recientemente también han aumentado los programas de ayuda financiera para la utilización de energías renovables.
En el informe también se examinan ampliamente dos tipos de mecanismos de fijación de precios que han sido utilizados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: los impuestos y los sistemas de comercio de emisiones. Además, el informe se hace eco del debate en curso sobre las políticas destinadas a impedir la fuga de carbono y a proteger la competitividad, en particular las medidas en frontera.
En general, en el informe se señala que las normas de la OMC prevén un margen para hacer frente al cambio climático a nivel nacional. Sin embargo, la pertinencia de las normas de la OMC para las políticas de mitigación del cambio climático, así como las consecuencias de esas medidas para el comercio y la eficacia ambiental, dependerán considerablemente de la forma en que estén concebidas esas políticas y de las condiciones concretas en que se apliquen. (Fuente: Comunicado OMC – 26 de junio de 2009)
La Organización Mundial del Comercio (OMC) es la única organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Los pilares sobre los que descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la gran mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos parlamentos. El objetivo es ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus actividades.
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA, (UNEP por sus siglas en inglés) con sede en Nairobi, Kenia, es un programa de las Naciones Unidas que coordina las actividades relacionadas con el medio ambiente, asistiendo a los países en la implementación de políticas medioambientales adecuadas así como a fomentar el desarrollo sostenible. Fue creado por recomendación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Humanos (Estocolmo – 1972).
Andreu Romero i Martínez
Analista- Consultor de Comercio Internacional
VALENCIA-SPAIÑ

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