A esta conclusión han llegado los responsables de PROAGRO tras realizar un análisis que responde a la gran importancia que ha adquirido la alimentación en la sociedad actual, reconociéndose, cada vez más, que la calidad de un producto, su correcta presentación y promoción refuerzan la imagen de su marca.
El estudio pone de manifiesto la importancia que los consumidores otorgan a la calidad, por lo que se hace obligatorio dar una serie de recomendaciones comerciales a los productores agroalimentarios que comercializan sus productos bajo una marca de prestigio. También se establece en las distintas categorías productivas el comportamiento que tienen los consumidores ante las estrategias comerciales de las distintas empresas.
Debemos tener en cuenta que la calidad de un producto, es el conjunto de propiedades y características que le confieren su aptitud para satisfacer las necesidades expresadas o implícitas de su usuario, y la garantía de que lo que se está consumiendo cumple con el conjunto de acciones preestablecidas y sistemáticas que permiten dar garantías sobre el “buen hacer” de una empresa. De esta forma, la empresa demuestra que su producto satisfará las exigencias del cliente.
La calidad de los productos alimentarios como elemento determinante en la promoción, es otra de las preocupaciones de la Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios. Este es el sentido y la filosofía de PROAGRO como organizadores de carácter interprofesional para velar por la calidad del producto y garantizar igualdad de condiciones a los pequeños y medianos productores en la promoción de lo que comercializan frente a las grandes empresas. Las explotaciones han avanzado mucho, pero hay que tener en cuenta que el agricultor o ganadero debe estar a la altura de los tiempos que corren: un agricultor no puede competir solo; de hecho, la dinámica en Europa le obliga a su integración en grandes organizaciones y cooperativas con explotaciones modernizadas que rentabilicen los recursos y que tengan una mayor capacidad de negociación.
La superación de la asignatura para la producción de calidad pasa por conjugar la mejora en tecnología avanzada con la adopción de medidas y estrategias que permitan la introducción de los productos en el mercado de una manera eficaz, sabiendo competir y dando un precio adecuado a lo que se comercialice sin bajar la guardia y garantizando que una marca determinada es sinónimo de calidad.