El Servicio de Extensión, Educación y Comunicación ( SDRE ) de la FAO tiene
el agrado de invitarlo(a) a participar en una consulta virtual sobre el siguiente tema:
«Cómo adecuar los programas de las escuelas básicas rurales a las necesidades de vida y de trabajo de la población rural».
Se estima que la consulta será realizada en el periodo del 19 de Septiembre al 30 de Octubre 2001.
Para tal fin hemos elaborado un documento borrador preliminar titulado:
Educación para todos ….y educación rural para los rurales. En dicho borrador estamos proponiendo una educación básica rural que esté al servicio del desarrollo de las familias rurales, de la agricultura y del sector agropecuario.
A través de este diálogo electrónico esperamos estimular el pensamiento y recoger comentarios críticos de las instituciones y personas que están directa o indirectamente relacionadas con este tema; tanto en lo referente al diagnóstico de la problemática como en la identificación de propuestas para mejorar la calidad de la educación rural. Con los aportes y sugerencias que recibamos de los participantes en esta consulta esperamos mejorar la calidad de dicho borrador transformándolo en un documento final que, al ser legitimado por las realidades locales latinoamericanas, pueda servir de orientación a las instituciones que formulan y ejecutan las políticas de educación y desarrollo rural.
Quedaríamos muy agradecidos si usted nos enviara su opinión crítica sobre el borrador anexo, especialmente en lo referente a los siguientes aspectos: —qué opina sobre el planteamiento general del texto adjunto? —qué cambios específicos usted propondria efectuar?
—cuáles temas convendria anadir al texto original?
—cuáles temas convendria eliminar del borrador?
Le agradeceriamos enviarnos sus aportes tan pronto le sea posible.
Muchas gracias y saludos de
Polan Lacki
Facilitador de la Consulta Informal
Servicio de Extensión, Educación y Comunicación ( SDRE )
FAO Roma, Italia
Tel 39 06 57055886
Fax 39 06 57055246
E-Mail: Polan.Lacki@fao.org
Sus opiniones críticas serán bienvenidas a la siguiente dirección de E-Mail: Polan.Lacki@fao.org
Educación para todos….. y educación rural para los rurales
Borrador para discusión
En América Latina se hace cada vez mas evidente la contradicción entre la necesidad de promover el desarrollo rural con equidad y la virtual imposibilidad de hacerlo a través del modelo paternalista de dependencia estatal; debido a la ineficacia del modelo y a la insuficiencia de recursos públicos para poder extender sus beneficios a la totalidad de los habitantes rurales.
Al no poder aumentar la cantidad de dichos recursos ni renunciar al propósito de la equidad, los gobiernos tendrán que adoptar el pragmatismo de «hacer mas con menos», mejorando la eficacia, la eficiencia y la productividad de sus intervenciones en pro del desarrollo rural. Estas tendrán que tener menor costo, mayor efecto multiplicador en el espacio y mayor perdurabilidad en el tiempo. Esto solo será posible a través de una mas eficiente inversión gubernamental en el desarrollo de las capacidades de las familias rurales; de modo que ellas mismas puedan asumir una creciente responsabilidad en la solución de los problemas que las afectan. A través de una estrategia educativo-emancipadora, tanto los gobiernos como las familias rurales, podrán solucionar una mayor cantidad de problemas utilizando con mayor eficiencia los escasos recursos de que ambos disponen. Esta mayor y mas comprometida participación de los habitantes rurales en la solución de sus propios problemas, parece ser el único camino posible cuando la magnitud y urgencia de los problemas rurales sobrepasa la capacidad de los gobiernos para solucionarlos.
La adecuación de los conocimientos contrarresta la insuficiencia de los recursos materiales y financieros.
Sin embargo, en la actualidad las familias rurales no están en condiciones de liberarse de la dependencia del estado; entre otras, por las siguientes razones:
* Una buena parte de los conocimientos y experiencias ancestrales que anteriormente les permitieron sobrevivir en la actividad agrícola han sido superados en el tiempo y han perdido vigencia en la agricultura moderna.
* Después de décadas y siglos de paternalismos, engaños y frustraciones, muchos agricultores son víctimas de sus propias actitudes de pasividad y fatalismo, de desconfianza, de resistencia al cambio, de dependencia y de comportamientos individualistas, que no responden a las exigencias de la agricultura moderna y globalizada.
En fin, no poseen las competencias ( conocimientos, aptitudes, destrezas, habilidades y actitudes ) para asumir este mayor y mas eficiente protagonismo.
La falta de estas competencias tiene una profunda y crónica incidencia en el subdesarrollo rural. Al no poseerlas, las familias rurales, sencillamente no pueden corregir sus propias ineficiencias, solucionar sus propios problemas, mejorar su desempeño laboral y productivo e incrementar su productividad; pero esto es apenas la primera parte del gran problema.
Adicionalmente la falta de estas competencias provoca una sinergia indeseable, porque incide negativamente en la productividad y/o rendimiento de todos los demás factores de producción, que de por si ya suelen ser escasos: la tierra, los animales, las obras de infraestructura, la maquinaria, los insumos, etc. En otras palabras, la ineficiencia del factor de producción mas abundante agrava la insuficiencia de los factores más escasos.
Ante tal situación, los gobiernos carentes de recursos financieros podrán contrarrestar esta insuficiencia de factores de producción, adoptando la siguiente estrategia: desarrollando las competencias de los habitantes rurales para lograr que este factor que es el mas abundante se vuelva más eficiente; y gracias a esta medida de sentido común, conseguir que los factores que son escasos se vuelvan mas productivos….. y consecuentemente menos insuficientes.
Participación popular con mas conocimientos
Adoptando esta estrategia, la acción prioritaria de los gobiernos consistiría en desarrollar las potencialidades latentes de los ciudadanos rurales y estimular sus iniciativas, con el propósito de generar voluntades y capacidades locales de auto-desarrollo personal, familiar, productivo y comunitario.
Recién después de otorgarles estas competencias las familias rurales podrán ejercer la mas eficaz de las modalidades de participación popular. Es decir, aquella en la cual, ellas mismas, solucionen los problemas concretos que existen en sus hogares, fincas y comunidades rurales; en vez de seguir esperando pasiva e infructuosamente que el estado lo haga por ellas.
La agricultura moderna necesita de una nueva generación de agricultores, más emprendedores y más progresistas, que puedan asumir este protagonismo emancipador de dependencias. Desgraciadamente los actuales agricultores no pueden enseñar a sus hijos estos nuevos conocimientos, actitudes y comportamientos porque gran parte de ellos mismos tampoco tuvo la oportunidad de adquirirlos. Los servicios de extensión rural tampoco pueden asumir esta responsabilidad porque están muy debilitados.
Existe sin embargo una institución que ha estado presente y seguirá presente en el medio rural: la escuela básica rural, institución que ha contribuido en gran medida al desarrollo de sus comunidades, pero que cuenta con un potencial inexplorado que puede rendir sus mejores frutos si se pone al servicio del desarrollo rural autogestionario y sostenible.
Consecuentemente la educación básica o fundamental rural ( del primer al octavo o noveno año ) surge espontáneamente como la institución potencialmente más indicada para adecuarse y asumir esta tarea de energizar y empoderar a las familias rurales para un desarrollo mas autogestionario.
Entre otras razones porque:
* La escuela básica es la única institución pública de carácter permanente que esta presente en la mayoría de las comunidades rurales,
* Para muchos habitantes del campo el paso por la escuela básica rural es la única oportunidad en sus vidas para adquirir las competencias que, en el mundo contemporáneo, son indispensables para sobrevivir económicamente en la agricultura. Esta oportunidad única no puede ser desperdiciada. Por lo demás, es preciso advertir que debido al bajo costo y la facilidad de adopción, su adecuación curricular a las necesidades del medio rural, puede ser llevada a la práctica de inmediato, inclusive por los gobiernos más debilitados y empobrecidos.
Educación para el desarrollo rural: la gran esperanza
De hecho varios gobiernos latinoamericanos ya están haciéndolo, pero desafortunadamente las reformas que ya están en marcha, no están contribuyendo—en la plenitud de sus potencialidades—, a satisfacer las necesidades propias del agro y a solucionar los problemas específicos del medio rural. Entre otras razones porque esta nueva educación apenas está formando personas con más conocimientos, pero no con los conocimientos, aptitudes, valores y actitudes adecuados a las necesidades de vida y de trabajo imperantes en los hogares, fincas y comunidades rurales; y tampoco lo esta haciendo con la velocidad que se requiere para que los agricultores puedan insertarse, rápida y exitosamente, en el mundo globalizado y competitivo.
Cabe hacer notar que, las necesarias reformas de la educación básica rural están siendo inhibidas y/o dificultadas por los siguientes problemas:
Primer problema. Considerar que la adecuación de la educación básica rural significa ampliar la cobertura, incrementar la cantidad de horas, días y años de permanencia de los niños en las escuelas, instalar computadoras y mejorar la infraestructura física, así como incluir en los curricula contenidos del mundo contemporáneo (sexualidad, medio ambiente, género, drogas, derechos humanos, etc) y o asignar recursos adicionales al sistema educativo. Es evidente que estas medidas son necesarias pero ellas no contienen ninguna innovación relevante que contribuya a solucionar los problemas específicos del mundo rural. Con ello apenas ayudan a «seguir haciendo mas de lo mismo» porque están orientadas a ofrecer más educación, en vez de proporcionar mejor educación.
Estas reformas ignoran la siguiente necesidad que es absolutamente prioritaria para el mundo rural: reducir el enorme desencuentro/desconexión que actualmente existe, entre lo que se enseña en las escuelas básicas rurales y lo que los alumnos realmente necesitan y desean aprender. Estas escuelas deberán eliminar de sus curricula algunos contenidos que son irrelevantes y descontextualizados de la realidad rural; reemplazándolos por otros que, al ser diseñados a partir de las necesidades propias del mundo rural, tengan mayor utilidad y aplicabilidad en la solución de los problemas allí existentes. Estas escuelas rurales no pueden seguir siéndolo apenas en el nombre; ellas necesitan adquirir personalidad propia y ser rurales en los contenidos, en los métodos, en las actitudes, comportamientos y valores. El agro necesita de una educación básica rural que responda a las necesidades especificas del campo y que esté al servicio del desarrollo de las familias rurales. Ello requiere «agriculturalizar» y «ruralizar» sus planes de estudios, otorgando prioridad a los siguientes temas: producción rural, procesamiento y conservación de productos agropecuarios, comercialización agrícola, administración rural, desarrollo comunitario, organización de los agricultores, asociativismo y cooperativismo, higiene, prevención de enfermedades y primeros auxilios, alimentación y nutrición, educación familiar, etc
Que tipo de educación necesitan los agricultores y el mundo rural?
Si no se agriculturaliza y no se ruraliza la educación rural, los egresados de dichas escuelas no tendrán los conocimientos ni las actitudes necesarias para asumir un mayor y más eficiente protagonismo en la corrección de las ineficiencias de la agricultura y del agronegocio; y nadie puede seguir ignorando que, en el mundo contemporáneo, dicha corrección es «conditio sine qua non», para que ellos puedan sobrevivir en la actividad agrícola y enfrentar con éxito los mercados globalizados, cada vez más exigentes.
Mientras no se corrija esta disfuncionalidad educativa, todos los instrumentos clásicos de desarrollo rural -infraestructura, maquinaria, créditos, subsidios, protección arancelaria, garantías de comercialización, servicios sociales, etc.- seguirán absorbiendo los escasos recursos públicos, fracasando en sus resultados y frustrando a las familias rurales. Es por todas estas razones que el agro esta necesitando, en carácter de urgencia, de una educación básica rural con contenidos curriculares mas pertinentes, más relevantes y más funcionales a sus necesidades laborales, productivas y empresariales rurales. En otras palabras, una educación con contenidos más útiles que las familias rurales puedan aplicar en la solución de sus problemas cotidianos…. y con métodos que desarrollen las potencialidades latentes de los niños y les ayuden a transformarse en eficientes protagonistas del agronegocio y del desarrollo rural.
Segundo Problema. Con la buena intención de hacer la reforma educativa ideal se esta gastando demasiado tiempo en teorizaciones y perfeccionismos que no son compatibles con la urgencia requerida para esta reforma; mientras ello ocurre se esta desperdiciando la oportunidad de hacer la reforma educativa posible. En un mundo tan competitivo como el actual, el impacto que la reforma educativa tendrá sobre el desarrollo rural dependerá, en gran medida, de la rapidez con que se diseñe y ponga en práctica. Serán premiados por las oportunidades de la globalización los agricultores de aquellos países que hagan la reforma educativa antes que los demás; los agricultores de los países retardatarios serán, como de hecho ya están siendo, severamente castigados por las amenazas de la globalización. Es por este importante motivo adicional que es necesario tener la objetividad de iniciar hoy la reforma que es posible hacer hoy; empezándola por aquellos cambios que, al ser mas sencillos y menos dependientes de decisiones y recursos externos, no tienen motivos para que su adopción sea postergada.
La reforma educativa puede empezar en las propias comunidades rurales.
Tercer problema. Pensar que cualquier adecuación curricular depende, tal como ocurría antiguamente, de la iniciativa, de los trámites engorrosos y de la decisión de las altas esferas del ministerio nacional de educación.
En muchos países los gobiernos nacionales ya han adoptado medidas de descentralización, desconcentración y delegación educativa; y los que aun no lo han hecho están empezando a hacerlo. Esta descentralización permite que gran parte de los contenidos curriculares de las escuelas básicas rurales ya puedan ser diseñados a nivel municipal. Esto a su vez significa que las adaptaciones curriculares ya pueden ser efectuadas por quienes tienen un mejor conocimiento vivencial de las
necesidades de los habitantes del campo; y por quienes están sufriendo y pagando las consecuencias que la actual disfuncionalidad educativa produce en el subdesarrollo rural.
Es decir, ya pueden ser efectuadas:
* Por las autoridades municipales y por los maestros de las propias comunidades rurales.
* Con la participación de varias instituciones y personas, quienes en su condición de importantes usuarias y beneficiarias de la educación básica rural, tienen el derecho y casi el deber de participar de esta reforma; entre ellas:
a) Las agencias de extensión, promoción o desarrollo rural existentes en el municipio; teniendo en cuenta que varios de sus objetivos son coincidentes—o complementarios—con los de las referidas escuelas, este acercamiento tendrá un importante beneficio recíproco,
b) Las cooperativas, asociaciones o sindicatos de agricultores quienes representen o interpreten los intereses de los productores rurales y padres de los alumnos; en el mundo contemporáneo las instituciones que ofrecen productos o servicios necesitan »consultar al cliente»; las escuelas básicas rurales también deberán hacerlo.
c) Los integrantes de las cadenas agroalimentarias, tanto los fabricantes y proveedores de insumos, como los agroindustriales que procesan o transforman productos agrícolas y los comerciantes que los revenden; haciéndoles ver que les es conveniente apoyar el mejoramiento la educación básica rural para beneficiarse de sus resultados.
Los oferentes y demandantes de la educación municipal deberán sacar provecho de esta bienvenida y oportuna descentralización; y empezar a promover las reformas curriculares.
Por que los no educadores también deben educar?
La propuesta en el sentido de que actores no convencionales participen en la reforma educativa tiene, entre otras las siguientes razones:
* Los estamentos recién mencionados son quienes están en mejores condiciones de definir, con mayor realismo y objetividad, que conocimientos, aptitudes, habilidades y actitudes necesitan adquirir los niños; para que, después de egresados, puedan ser productores rurales, administradores de fincas, procesadores de las cosechas, comercializadores de los excedentes o empleados rurales mas eficientes, mas competentes, menos dependientes y menos vulnerables.
* Adicionalmente es fácil de entender que está en el interés de las instituciones relacionadas con el agro colaborar en el mejoramiento de la educación rural para, luego de ello, beneficiarse de su mejor calidad. La excelencia educativa y por ende la eficiencia de la agricultura es beneficiosa para todos los estamentos del agro; en sentido contrario la mala calidad de ambas es dañina para todos. Por estas razones los problemas de la educación básica rural ya no deben ser resueltos exclusivamente por los protagonistas tradicionales del sistema convencional de educación; máxime si no tienen vivencias de la problemática rural.
* El acercamiento, diálogo y colaboración recíproca entre la oferta educativa y las demandas de quienes viven e interactúan con el mundo rural es de interés común porque los cambios son necesarios y benéficos para ambas partes. Las escuelas rurales necesitan abrirse a su entorno y formar egresados con un perfil que responda a las necesidades de los demandantes; y estos a su vez, en aras de su propia supervivencia en la agricultura, necesitan asumir una mayor participación, con derechos y deberes, en el mejoramiento de la educación básica rural.
Será más fácil y mas rápido lograr este acercamiento y la consecuente reforma curricular si se los inicia a nivel municipal; desde abajo hacia arriba y no necesariamente desde arriba hacia abajo; en las propias comunidades y no necesariamente en la capital del país.
La agricultura es la locomotora del desarrollo y la principal solucionadora de los problemas rurales… y urbanos.
En resumen, estos son los tres principales problemas que están inhibiendo las iniciativas o poniendo en riesgo el éxito de las reformas de la educación básica rural que ya están siendo ejecutadas en América Latina. Es necesario eliminarlos por dos razones fundamentales:
* En primer lugar porque estas reformas están absorbiendo enormes cantidades de los escasos recursos públicos —internos o provenientes de prestamos internacionales— supuestamente para ayudar a solucionar los problemas de hambre, pobreza y subdesarrollo existentes en el medio rural; y no están produciendo los resultados que potencialmente podrían ofrecer; y
* En segundo lugar porque, tal como quedó expuesto anteriormente, la adecuación de dicha educación a las necesidades especificas del medio rural es imprescindible para que la agricultura pueda actuar con mayor eficiencia, asumiendo así su papel como la mas importante locomotora del desarrollo y como la principal solucionadora de los problemas rurales y urbanos de la gran mayoría de los municipios latinoamericanos. Este aspecto no debe ser subestimado porque a excepción de una minoría de municipios industriales, turísticos, mineros y de aquellos ubicados en áreas metropolitanas, la economía de la mayoría de los municipios latinoamericanos depende, directa o indirectamente, del desempeño del sector agropecuario. La supervivencia de la agricultura como actividad económica, en cada país, esta condicionada a su eficiencia; y para ser eficiente necesita de agricultores mas competentes; y estas competencias podrán empezar a ser adquiridas en las escuelas básicas rurales.
Sus opiniones críticas serán bienvenidas a la siguiente dirección de E-Mail: Polan.Lacki@fao.org
Ofrecimiento: documentos que fundamentan los planteamientos incluidos en este borrador preliminar podrán ser solicitados a través del E-Mail:
Polan.Lacki@fao.org