La Poda del Melocoton en Andalucía I

Lapoda del melocotón en Andalucía I

1.- DEFINICION

La poda es una actividad agraria culturalsubjetiva para la renovación del árbol y adaptarlo mejor al cultivo industrial y mejorar su producción.

2.- VENTAJA Y DESVENTAJA DE LA PODA

En las drupacias el crecimiento vegetativo es rápido yexcesivo. La poda es una labor anual básica e imprescindible que ofrece una serie de ventajas y desventajas. Siempre más ventajas que desventajas.

Entre las ventajas podemos anotar–por ejemplo–
labusqueda de una producción interna, más recogida de los factores climáticos, de los impactos de la maquinaria, etc., en vez de una producción externa ó en la periferia, y por tanto se da unamejora de la calidad del fruto. Además, se consigue renovar los portafruteros, que serán los que generen la gema del año siguiente. Pero a su vez ofrece ventajas para la recolección y el aclareo.

Entre las desventajas citar que la arboleda es muy susceptible a la poda, y, por consiguiente, sufre un estrés radicular y nervial, que,algunas variedades, arrastran con dicho estrés durante todo el año. Pero, muy especialmente, la mayor desventaja reside en que engorda en tronco y se endurecen lasramificaciones principales, también llamadas púas ó primarias, lo cual desciende la productividad.

3.- TIPOS DE PODA

En tres puede clasificarse los tipos, con diferentes técnicas cada uno.Sin embargo, cuando se habla de poda casi siempre se identifica con la poda de fructificación. Aquí están clasificadas por orden de necesidad de la arboleda:

1.- Poda de formación

2.- Poda de fructificación

3.- Poda de regeneración

3.1.- Poda de formación

Cada variedad tiene una constitución especial, que denominamos porte natural, y con las sucesivas intervenciones culturales del hombre, y especialmente de la poda, se pierde en pro de un porte artificial.Por consiguiente, poda de formación es aquella actividadconstitutiva del porte artificial.

El objeto primordial de este porte artificial es, sin duda, conseguir un armazón adaptado al espacio determinado previamente por el marco de plantación, y que facilitará la fructificacióny las restantes labores culturales.

La poda de formación puede empezar en el vivero, o bien en el terreno de asiento. Depende del tiempo y del estado que se encuentrela planta. Sea donde fuere, la poda de formación ha de seguirse durante podas anuales consecutivas, y siempre teniendo decidido ciertos factores y subfactores que van a acondicionar en un futuroel desarrollo del árbol.

Los sistemas de formación fundamentales parecen ser tres: el sistema vaso, eje central e ipsilón, y a cada sistema se le puede asociar una o más técnica o estilos propios y adecuados para el terreno de asiento. Pero éste a su vez está condicionado por el marcode plantación. La densidad de árboles por hectáreas obligará a uno u otro sistema de formación. Así como si se va a optar por una producción interna o externa.

Sin embargo, sea cual sea el sistema elegido,un factor bastante relevante es la altura de la primerabifurcación, o injertada. De ella dependerá mucho la estética del árbol para la producción industrial, ya que, si es bastante baja, no será necesario buscar una altura considerada al árbol.Noobstante, a veces esta primera bifurcación no está todo lo bien que al técnico le hubiera gustado. Y es que este factor está muy condicionado por los subfactores: situación del escudete del injerto y elparado del injerto.

Por consiguiente,una excelente situación del escudete del injerto y un parado del injerto son sumamente imprescindible para el posterior desarrollo de la arboleda industrial.Ahora bien, para un podador profesional o técnico que dirige es el parado del injerto donde reside el arranque de su formación, porque el escudete puede estar algo altito,pero el buen podadorpuede elegir los salientes más bajos, porque,tras un año p.e.,el injerto ha crecidoya unos cuarenta centímetros y ha germinado algunos brotes, cerrándose o redondeándose. Es, sin duda, cuando hay necesidad de parar el injerto, y así fortalecer los brotes más próximo al portainjerto.

Esta labor es conveniente realizarla en dos tiempos: una primera, al comenzar la primavera, con un despunte corto, breve, sin detenerse en miramientos, pues su objetivo sólo es intentar eliminar la guía. Una segunda, sobre diciembre, cuando ya se haya decidido definitivamente el sistema de formación que se crea el más idóneo, porque ahora el futuro árbol nos demandará que empecemos a abrirlo.

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