¿Cuáles fueron las conclusiones del Encuentro Estatal de Cooperativas Agrarias, producido en noviembre del año pasado?
Estábamos en un momento de reforma de la PAC, y esto desvió el tema porque acabamos hablando sobre política agraria. Esto permitió un análisis de la posición de la propia Comisión Europea, ya que el comisario Fsichler hizo una video conferencia, como del propio ministro. Se hizo un retrato de situación. Pudimos oír la posición de los diferentes partidos españoles de boca de sus portavoces en el parlamento europeo. Pudimos constatar la cohesión que había entre los planteamientos del propio sector (los sectores profesionales y la propia confederación de cooperativas). Y de hecho, desde las comunidades autónomas y desde el Ministerio se han recogido de manera importante esta postura. Además del debate que suscitó la PAC, también se desarrollaron las líneas de orientación del movimiento cooperativo de cara al futuro: lLa concentración de la oferta, de procesos de comercialización, de especialización de actuaciones colectivas orientadas a la demanda real del mercado y superar el localismo que a veces ha existido en las cooperativas. A parte de esto, también se tratan temas como la seguridad o la calidad alimentaria, trazabilidad, el tema de los nitratos de deyecciones ganaderas…
El colectivo cooperativo asume como una necesidad dar cobertura a las exigencias del consumidor: calidad, y seguridad y equilibrio con el medio. Y esto en nuestro sector es mucho más ágil que en otros. Además, en las cooperativas hay una conciencia más abierta y de no vivir de la especulación, sino asegurarse la continuidad.
¿Qué ofrece una cooperativa a un agricultor que no ofrezcan otros tipos de organización de la producción?
En la actividad agraria tu puedes ser un gran profesional, pero resulta que tu eficiencia viene dada en parte por tu actividad empresarial, pero también viene dado por las normativas, las instituciones, el mercado, en definitiva por los condicionantes externos. Por tanto hoy es muy complicado que un productor de nuestro país se dedique a hacer su trabajo, y al mismo tiempo que esté al día de normativas, las actuaciones y la formación que han de llevar a cabo para ser buenos empresarios. La FCAC y las cooperativas ofrecen un asesoramiento empresarial especializado y formación. Esta es una de las ventajas importantes.
El mercado es excedentario, entonces ¿qué es lo que da continuidad a tu actividad? Que tu producto siga saliendo y que tenga un nombre y la confianza del consumidor. Si cuando llega al consumidor es anónimo, tu como productor eres vulnerable.
Cuando se trabaja bien es un valor añadido y por medio de las cooperativas se revierte en mejor precio de los productos y, por tanto, se tiene una mejor liquidación que la que tiene el que va por libre. Lo único que se necesita es tener una mentalidad abierta, participativa y beneficiar lo colectivo por encima de lo individual.
¿Cuáles son los factores que permiten un mayor arraigo del cooperativismo en Catalunya y en general en el área mediterránea frente al resto del estado?
Aquí intervienen muchos factores que no son fáciles de medir. Pero el concepto de participación, de acción colectiva tiene mucho que ver con nuestra cultura. Después hay otro factor importante que es que aquí somos emprendedores y en general en toda la cuenca mediterránea y tenemos capacidad de ver más allá. Todo esto queda demostrado, porque las políticas de la Unió Europea han ayudado a que determinados sectores se reestructuraran.
Dentro del sector agrario, ¿cuál es el peso del cooperativismo en estos momentos a Catalunya?
Según datos del Departamento de Agricultura las cooperativas representan globalmente ceca del 70% de la producción agraria, y esto es debido, no tanto a que crezcamos mucho, sino porque donde hay un desgaste y un abandono más fuerte es precisamente fuera del cooperativismo. Hemos conseguido ganar espacio en los procesos de transformación y comercialización respecto al sector privado. Ahora trabajamos unitariamente porque hemos entendido que es la única manera de defender nuestros intereses
Con la nueva ley de cooperativas que ha producido una flexibilización importante del sector y ha sido consensuada por parte de la administración con la Federación.
El papel social del cooperativismo agrario ¿Cuál es el papel que cumple el cooperativismo en la sociedad?
Nosotros queremos plantear a la sociedad entienda el papel que jugamos en el mundo alimentario, en el desarrollo del mundo rural, en consolidar y mantener el territorio y el equilibrio en el país y así entenderán más las políticas que demandamos.
La primera imagen es de la situación es fácil de interpretar: existe el Tercer Mundo que pasa hambre vive del sector primario, y en el mundo occidental vemos que la agricultura subvencionada. Aparentemente, resultaría muy fácil hacer un intercambio de papeles: unos que produzcan y los otros que abandonen, pero es que el análisis es más complejo. La Unión Europea financia la agricultura para mantener el arraigo a un territorio y un cierto equilibrio, no en tanto que nosotros tengamos un gran ingreso en la renta.
A parte a nuestra producción se le exige una calidad i seguridad, que la agricultura del Tercer Mundo no puede garantizar. Resolver la situación del Tercer Mundo va más en función de otros mecanismos económicos de intercambios de temas financieros, de especulación y de temas comerciales. Pero no evitaremos que tenemos una cierta responsabilidad en que este equilibrio se produzca y, por tanto, estamos abiertos a entrar productos de estos países, pero no nos sirve de nada que dejemos todos de producir fruta, si nos llegan productos con deficiencias en los controles de calidad, de seguridad o fitosanitarios. En este sentido la Unión Europea está jugando un papel de vanguardia en el contexto internacional del control de productos alimentarios y quien está mostrando una mayor sensibilidad a la necesidad de un equilibrio mundial.
Usted habla de la entrada de productos del países del “Tercer Mundo”, pero ahora, en breve, tendremos la entrada en l Unión de los países del Este. ¿Cómo afectará esta nueva situación al sector agrario?
En breve los países del Este entrarán dentro de la UE, pero yo creo que esto afectará más al sector industrial y de servicios, que al agrario. Lo que pasa es que a partir de ahora dejaremos de ser los últimos de la fila, y cada vez habrán menos ayudas para nuestro sector. Somos conscientes del papel que jugamos, pero nuestro objetivo final no es producir por producir, sino seguir jugando el papel que toda la sociedad demanda: garantizar una agricultura de calidad y el desarrollo rural.
¿Cuál es el papel que tienen las cooperativas de segundo grado y las plataformas conjuntas de cooperativas en la modernización y concentración del sector?
Para nosotros los modelos de segundo grado y los modelos de asociación o gestión conjunta han de tener detrás un beneficio de los productores. Dependiendo del sector ha sido clave funcionar a partir de cooperativas de segundo grado o bien a partir de plataformas conjuntas.
Entre las iniciativas de asociación de cooperativas podemos destacar que este año hay 18 proyectos. Todos tienen gran importancia pero los más destacables por su dimensión. Este año se han fusionado 6 cooperativas del margen izquierdo del Ebro. Hemos creado el primer núcleo de producción de arroz del Estado en oferta de volumen de arroz. Esta fusión ha sido larga y compleja, no se ha improvisado en un día. Esto comenzó cinco años atrás creando una comercial de segundo grado, unificando marcas.
Hay otros proyectos importantes como en la zona del Penedés, por ejemplo. Hace unos años se dieron los pasos definitivos para la concentración de 18 cooperativas de primer grado del sector del vino que crearon el núcleo más importante de oferta de la zona del cava y gestionan el 60% de la producción En la zona de fruta de Lérida se hizo la concentración alrededor de Actel en las que hay 32 cooperativas de primer grado, que en caso de no haberse concentrado hubieran acabado fuera del mercado. En Actel se trabajan en la actualidad con 130 millones de kilos de fruta. Hay quien sostiene que son mejores mantener núcleos de 15 o 20 millones de kilos de pero lo importante no es tanto la dimensión, como el dar respuesta a las demandas del mercado. Y en la zona de las Garrigues se han hecho actuaciones colectivas y de actuación conjunta de las heladas y se ha conseguido el mantenimiento de una actividad en la que estaban implicados 45 municipios de los cuales todos dependen básicamente de la actividad económica que se genera alrededor del aceite. En Tarragona deberíamos destacar el papel de Unión Agraria Cooperativa que ha sido capaz de superar momentos de crisis económica gracias a una nueva política, sin mucha inversión, sólo con una pequeña ayuda de la administración. Y ahora se ha convertido en una cooperativa de referencia en aquellas comarcas y ha pasado de envasar 300 mil botellas a 11 millones de botellas en tres años.
¿Cuál es el papel que desarrolla el cooperativismo agrario en el desarrollo de las zonas rurales de Catalunya?
Las cooperativas son empresas ligadas al territorio y con voluntad de permanencia. La cooperativa tiene lazos con los productores de la zona y en épocas de crisis estas entidades tienen que responder a las necesidades de los agricultores de aquella zona. Y esto es un hecho diferencial importante porque entonces se enfocan las cosas en función de lo que necesita la gente y no en función de los intereses del mercado. También se da respuesta a las necesidades de los habitantes del medio rural que va más allá de los socios: secciones de crédito, mutua o centros sociales.
¿Qué diferencia el producto cooperativo de uno de otro origen?
Lo importante para que un producto sea bueno es que detrás haya un buen profesional, que haya una calidad en todo el proceso y que llegue al consumidor con las máximas garantías. La ventaja que tiene el producto cooperativo es que nosotros nos ganamos la vida con esto y nos responsabilizamos mucho con la calidad del producto. Tenemos mucho cuidado de que lo que llegue al final sea realmente de calidad porque en ella nos va la venta y el prestigio.
¿Qué balance realizáis del año 2002 desde la FCAC?
Del año 2002 es importante destacar el plan de reforma de la política agraria europea y que se ha abierto un debate sobre esto. En segundo lugar, hemos seguido fomentado la intercooperación. Tenemos sobre la mesa 18 proyectos colectivos planteados. Esto nos ha traído un problema de sobredemanda y estamos negociando con la administración nuevos fondos de financiación y ayuda. Esto hace que se confirme el instrumento de la concentración como el idóneo para enfrentarse a las demandas del mercado. Este año se ha aprobado la Ley de Cooperativas de Catalunya consensuada con el sector y aceptada por parte de todos los partidos políticos. Una ley que aporta flexibilidad empresarial, cohesión social y reconoce el papel del cooperativismo en el desarrollo rural.
Otro tema destacado fue la actuación en las heladas registradas este año, en que se ha apostado por atender primero las necesidades del productor y asegurar la estabilidad para estos años que no tendrán cosecha.