Manejo de la reproducción en el ovino de carne

Uno de los aspectos básicos en el manejo del ganado ovino es la programación de la reproducción. Por este motivo cuando se inicia un programa de cubriciones controladas, el primer paso suele ser retirar los carneros, puesto que habitualmente partimos de una paridera continua.
Se pretende como objetivo obtener 3 partos por oveja cada 2 años, para ello es aconsejable toman las siguientes medidas:
-Fijar tres épocas de cubrición distanciadas cuatro meses (la mayoría de las ovejas paren cada 8 meses). Con lo que se puede realizar un vacío sanitario en los locales de partos.
-Introducir los machos solo 35-40 días, con lo que se abarcan 2-3 celos de las ovejas y se obtiene una parición agrupada.
En mi opinión, las fechas adecuadas para los partos, en la Zona Centro de España, son: enero, mayo y septiembre, consecuentemente las cubriciones se realizaran en abril, agosto y diciembre.
La elección de estas fechas esta motivada por las siguientes razones:
-Evitar partos en épocas de máximo calor (julio y agosto).
-Las parideras de mayo y septiembre tienen buena venta, con precios altos normalmente.
-La paridera de enero produce corderas para reposición. Además por ser consecuencia de una época favorable de cubrición es alta la prolificidad.
Como complemento de lo anterior se deben utilizar otras dos técnicas de manejo:
-El efecto macho: consistente en la introducción de los machos en un grupo de ovejas con las que no han tenido contacto visual ni olfativo (el alojamiento de los moruecos debe estar distante del de las hembras adultas). Con esto se consigue provocar la aparición de celos.
-Flushing: Incremento del contenido energético de la ración alimenticia durante un periodo determinado, previo a la cubrición y durante la monta. La finalidad es aumentar la ovulación y mejorar la implantación del embrión.

Por otra parte, siempre recomiendo durante la época de cubrición mantener los carneros con las ovejas solo por la noche, estando cerrados durante el día (sin salir de pastoreo). Par facilitar el descanso de los carneros y que coman tranquilamente.

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