Ha quedado abierto un amplio debate sobre la orientación futura de la política agrícola común (PAC), en parte provocado por las recientes crisis de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y la fiebre aftosa. La evaluación intermedia de la PAC está programada para 2000, y ya se ha entablado el diálogo preparatorio de la misma. Un aspecto muy importante de todas estas discusiones son las expectativas de los consumidores. Con el fin de evaluar la percepción pública de la PAC, en octubre y noviembre de 2000 se llevaron a cabo sendas encuestas de opinión Eurobarómetro entre los agricultores y la población general, las cuales pusieron de manifiesto el gran interés por los problemas de la agricultura y la necesidad de un mayor grado de información.
A pesar de que la agricultura constituye un tema importante para un 92% de la población, sólo un 50% ha oído hablar de la PAC. Se preguntó a los agricultores y al resto de los ciudadanos acerca de la relevancia de doce políticas, como la salubridad de los alimentos, la protección del medio ambiente, la mejora de la vida rural, la garantía de la renta agraria y la competitividad de la agricultura europea en los mercados internacionales. Si bien una gran mayoría (entre el 76% y 97%) consideraba importantes todos estos objetivos, el grado de satisfacción en cuanto a su consecución oscilaba entre el 16% y el 57%. Tanto los agricultores como el resto de la población opinaban que la defensa de los ingresos de los agricultores y de las pequeñas explotaciones no era lo suficientemente rigurosa.
Los dos grupos a los que se dirigió la encuesta aprobaban el cambio de orientación derivado del proceso de reforma, que ha permitido una reducción de las subvenciones por producción y de las compras de intervención y ha fomentado los pagos directos a los agricultores. No obstante, un 63% de los agricultores encuestados, con la notable excepción de los daneses y de los irlandeses, consideran que la PAC les resulta desfavorable. Un 46% deriva exclusivamente su renta familiar de la agricultura. En opinión de un 59% de los agricultores y un 46% de la población general, debería aumentarse el presupuesto destinado a la agricultura. Las variaciones nacionales de esta respuesta oscilan desde Dinamarca, país donde el 13% tiene esta opinión, a Grecia, donde un 76% está insatisfecho del nivel de financiación.
La encuesta puso de manifiesto una necesidad acuciante de información acerca de los aspectos internacionales de la política agrícola. Por lo que respecta a las consecuencias de la próxima ampliación de la Unión sobre esta política, la mitad de los encuestados de ambos grupos han oído hablar de esa cuestión, pero sólo un 20% de los agricultores y un 10% de la población se consideran bien informados al respecto. Quizá por ese mismo motivo, la mayoría de ambos grupos expresó el sentimiento de que la ampliación tendría consecuencias negativas para Europa. Un 65% de los agricultores y un 77% del resto de los ciudadanos declaró no saber nada acerca de las negociaciones comerciales en la Organización Mundial del Comercio; sólo una proporción muy reducida de los encuestados de cada grupo se considera bien informada sobre el tema.
Aparte de las cuestiones relativas a las actitudes respecto de la PAC, la encuesta versó también sobre las fuentes de información utilizadas por los ciudadanos. La mayor parte de ellos (un 85% de la población general y un 66% de los agricultores) recaban su información de la televisión, dato que no resulta sorprendente. En cambio, aparecieron algunas diferencias entre los dos grupos en cuanto a las fuentes escritas: si bien los agricultores consultan tanto la prensa especializada en temas agrarios (64%) como la televisión, el resto de los ciudadanos prefiere la prensa de información general (61%). Cerca de un 10% utiliza Internet como fuente de información, aunque esta cifra presenta diferencias significativas de un país a otro: del 2 % en el caso de los agricultores griegos, al 27% de sus homólogos austríacos. En el grupo de población general se detectaron profundas diferencias a este respecto según la edad, el sexo y el tipo de educación: el número de usuarios de Internet entre los jóvenes de sexo masculino y nivel educativo elevado parece ser dos veces superior a la media europea.
Próximamente se organizará otra encuesta para evaluar los efectos de las crisis de la EEB y la fiebre aftosa en la actitud de los ciudadanos respecto de la PAC. Se espera que sus resultados estén disponibles a lo largo del verano.