La reconversión de un cultivo a la agricultura ecológica es un proceso que a veces puede resultar complicado. El objetivo está claro, obtener un producto ecológico que tenga mejor aceptación en el mercado. No obstante normalmente se parte de un cultivo basado en el monocultivo y donde el criterio ha sido eliminar todo aquello que pensamos pueda resultar perjudicial para el cultivo y aportar desde el exterior todo lo que nuestra planta necesite, es decir herbicidas, insecticidas, fertilizantes químicos, fungicidas. Todo ello influye reduciendo la biodiversidad del entorno, haciendo por tanto que la agricultura presente un verdadero impacto para el medio ambiente. El objetivo de la agricultura ecológica es conseguir que el sistema de producción se integre lo máximo posible en el entorno y el impacto sobre el medio ambiente sea mínimo; es la mejor forma de no poner en peligro los recursos naturales para las futuras generaciones.
Para todo ello, la base de nuestro trabajo, como técnicos o agricultores tiene que ser favorecer la biodiversidad en nuestro sistema de cultivo. De esta forma el equilibrio ecológico podrá contrarrestar los posibles problemas que se nos puedan presentar haciendo que estos sean menos importantes. Ahora bien, ¿cómo podemos conseguir que nuestro sistema de cultivo se convierta en un sistema donde el nivel de riqueza biológica sea el aconsejable?. Desarrollando un Plan Técnico de Reconversión, en el que plasmaremos las técnicas de cultivo que mejoren nuestro suelo y nuestro cultivo.
En cuanto al suelo, será fundamental el aporte continuado de materia orgánica, siempre en función de las condiciones de las que partamos y de los análisis de suelos. Será conveniente que los hagamos al final y al principio y de cada campaña. El aporte de materia orgánica nos servirá para incrementar la vida de nuestro suelo y favorecer que el desarrollo de nuestras plantas sea más equilibrado.
En cuanto al cultivo, es fundamental hacer un análisis técnico del entorno que nos rodea, con el objetivo de recuperar la vegetación silvestre de las lindes de nuestra finca, ya que nos puede servir de reservorio de insectos beneficiosos en invierno o cuando no haya cultivo. Podemos complementar esta actuación con el cultivo de plantas repelentes o atrayentes de insectos, que puedan ser anuales o perennes. Debemos conocer el ciclo de las principales plagas, enfermedades y malas hierbas de nuestro cultivo para desarrollar las técnicas que propicien su control.
En definitiva, el plan de reconversión no puede ser un trámite más que nos exige el organismo certificador para el registro de nuestra finca, si no que debe ser un trabajo técnico y concienzudo, previo al comienzo del cultivo y que recoja las medidas que se deben seguir para conseguir aumentar la riqueza biológica de la finca y , la base para el trabajo del técnico y del agricultor en el desarrollo del cultivo. De cualquier otra forma resultaría más complicado conseguir un éxito continuado en la producción ecológica.