Tu actividad puede ser algo que no tiene nada que ver con el entorno, como escribir una novela o ilustrar cuentos infantiles, y, en este caso afortunado, puedes saltar esta sección. Pero éste no es la suerte de la mayoría de los mortales.
En primer lugar, debe ser una actividad que te gusta realizar lo suficiente como para encarar las dificultades y contratiempos que van a surgir.
En segundo lugar, no debe competir con una actividad frecuente en la zona so pena de encontrar mucha resistencia externa, algo que no contribuye a integrarte en la comunidad local. Además, existen una cantidad inimaginable de euros en subvenciones para proyectos innovadoras que ayudan, en la teoría, a frenar el decaimiento del campo europeo.
Por otra parte, y esto es muy importante, debe ser algo poco apetecible, o muy difícil, para otros a emular. Si los huevos de tus gallinas se venden al doble de precio porque las alimentas con semilla de linaza, no tardarán en aparecer en los alrededores dieciséis explotaciones similares. Si decides cultivar y comercializar hierbas aromáticas y medicinales, es más que posible que el Área de Asuntos Sociales de tu autoridad local haga lo mismo dentro de algún programa de empleo rural o Líder. Pero si tu producto no se vende localmente, o requiere unos conocimientos especiales, estás a salvo … por un tiempo.
Artículos de Martín Harris
1. Volver al campo
2. La calidad de tu producto
3. La Legalización o Legalidad de tu Actividad
4. Periodo de carencia
5. El Plan de Ventas
6. Una actividad productiva
Una respuesta a «Una Actividad Productiva»