Sembrar para las abejas…
La Pampa húmeda, Argentina, una de las llanuras más fértiles de la Tierra, viene sufriendo un proceso de desertificación que se ha acentuado a partir de la segunda mitad del siglo xx y las causas principales fueron y son el mal manejo de las aguas superficiales, arroyos y lagunas, y la falta de una adecuada política de manejo del suelo, sobre todo los cultivos sin la prudente rotación.
Actualmente y debido al precio internacional de la soja sumado al cambio favorable del peso contra el euro por un lado y la aguda crisis económica por el otro, hace que los productores se inclinen por su cultivo y que el gobierno urgido por las necesidades de la administración lo incentive, convirtiéndose en un monocultivo con consecuencias nefastas para el suelo.
La alternativa de sembrar para las abejas es novedosa en Argentina y recién comienza a ser estudiada en Instituciones oficiales como el INTA, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, por lo que aún no hay abundante datos estadísticos, pero es evidente que más allá de la renta es una posibilidad que merece estudiarse profundamente ya que permitiría una adecuada y beneficiosa rotación en los cultivos mejorando el suelo, acrecentaría la superficie de pasturas para las, hoy en retroceso, famosas producciones de carnes vacunas y la apicultura expresaría su genuino potencial tanto en mieles como en derivados, que mas allá de alguna contaminación, es un bien exportable y codiciado.
En resumen de este modesto comentario, diremos que estamos frente a una ecuación agropecuaria sustentable o “ecuación agro(eco)pecuaria”: productos de la colmenas + beneficios de la polinización + carnes vacunas + excedentes de pastos + cuidado del suelo = renta sostenida, y que por ello vale la pena dedicarle tiempo a un detallado estudio y a su difusión.