La comarca de la Plana Utiel – Requena es conocida en la Comunidad Valenciana por ser una de las grandes comarcas productoras de vino. Producto este que dada vez tiene unas mayores exigencias de calidad por parte del consumidor. En los últimos años unido al aumento de las exigencias de calidad de los vinos se ha producido un incremento notable en el consumo del mismo.
La comarca de Utiel – Requena es un área eminentemente agrícola. La producción del vino es el auténtico motor económico en la comarca, tanto la producción como en todas las actividades derivadas y relacionadas con el mismo (distribución, venta de productos fitosanitarios, etc.).
El cultivo de viña en la comarca está implantado desde mucho antes del siglo XII, así pues se trata de un cultivo de gran raigambre en la zona. La variedad tradicional de la comarca es la Bobal, pero la necesidad de crear vinos de mayor calidad ha precisado la implantación de otras variedades, algunas de origen francés, que requiere una mayor demanda hídrica, demanda ésta que en muchos casos no la satisface la propia precipitación.
Así pues, la necesidad de tener unas aportaciones extra de agua para, no sólo atender las nuevas variedades, sino también para paliar el déficit hídrico y evitar el estrés de la planta en épocas de mayor escasez, ha hecho que el cultivador de viña apueste por la búsqueda de recursos hídricos subterráneos para garantizarse una cosecha equilibrada en cantidad y calidad y no depender de las precipitaciones, pues bien se sabe que «nunca llueve a gusto de todos».
Ante la proliferación de pequeñas captaciones que propiciaban un exceso de extracciones de aguas subterráneas, una serie de sociedades agrarias de transformación (SATs) fueron las canalizadoras de estas necesidades e intereses, lo que llevo a crear las SATs «Las Cuevas», «Los Ruices», «San Antonio de la Vega» y «Casas – Corrales» (en total cerca de 7.000 has).
La asociación de los agricultores en SATs propicia un ahorro de esfuerzos tanto económicos como personales y una mayor fuerza ante las Administraciones Públicas, y por último, y no menos importante una mejor gestión de los recursos hídricos.
Según se indicó en el periódico El Mundo edición Valencia de 31 de enero de 2002, la Consellería de Agricultura ha aprobado una subvención de 9,5 millones de euros para la instalación del riego localizado y garantizar el riego de la viña de vinificación.
Todas las actuaciones tendentes a la localización de recursos hídricos partieron de un estudio detallado de la geología del entorno y de su comportamiento hidrogeológico, ya que la red hidrográfica está constituida básicamente por el río Magro y su afluente el río Madre, cauces con escaso caudal. Los estudios realizados en la zona determinaron que de todas las litologías constituyentes, los materiales mesozoicos principalmente, y en especial el Cretácico (Cenomaniense medio – Coniaciense) y el Jurásico (Dogger), junto con los glacis de pié de monte son los acuíferos más interesantes de la comarca.
Así pues, la investigación geológica ha hecho posible la puesta en regadío de más de 7000 has, y permitirá garantizar las cosechas futuras, así como, con una buena planificación agronómica, obtener vinos de gran calidad, regulando en todo momento los aportes hídricos que recibirá la planta, significando un notable impulso a la economía del entorno.