El verticilo es un hongo tenaz, caprichoso y heavy metal. Es tenaz por su persistencia, la toma con un árbol, se pasa a tres al cabo de la semana, en un mes asola una docena… Es caprichoso, pues unas veces le da por un olivo, pero se puede fijar en una yedra y la deja enterita momificada, sin que se le caiga una hojita por más viento que haga. Es heavy metal por su fama de duro. Un reciente estudio sostiene que los seguidores del heavy metal son tímidos y sensibles, contrariamente a su apariencia. Ahí reside el talón de Aquiles del hongo que se conoce como verticillium dahliae. De la misma manera que en el cuento chino, los científicos abrazaban el hongo, como los ciegos el elefante, definiendo el problema en parte, pero no en su totalidad: para unos era problema de crear clones de olivo resistentes a todos los hongos gracias a las técnicas… para otros la solución pasaría por estudiar las micorrizas de los olivos y… tantos grupos de investigación como se han producido elaboraron informes, líneas de investigación y protocolos. Unos menos acertados que otros, pero todos han sumado una sinergia que concluirá en desechar caminos, y en profundizar en otros. El acierto en ciencia está unido al error. Muchos ensayos no aseguran un acierto, luego hay que intentarlo. Cuantos más ensayos se hagan, por más caminos, se tiende al acierto. Este verano, mientras la ONCE difundía su marchosa campaña publicitaria en base al heavy metal con fondo musical de Europe, se cerraba el final de la cuenta atrás de un largo proceso de investigación: el final de la verticilosis. Descubrir que ese hongo es un sentimental y un tímido por ser heavy metal, ha supuesto su final; en coincidencia en el tiempo con que un grupo de emprendedores e investigadores registraban su método en las administraciones de Agricultura: ya existe un procedimiento eficiente en la lucha contra el hongo. Pero para llegar a a ofrecer a la sociedad un método se han invertido muchos años de esfuerzos económicos, de conocimiento, y de intuición. La verticilosis es un problema sistémico, la solución pasa por esa vía. Una vez resuelto el problema, el siguiente reto es formar a los agricultores en buenas prácticas para evitar las causas que facilitan la proliferación del hongo, y dotar al agricultor de procedimientos de restauración de las plantas atacadas. Pronto aplicadores de tratamientos, ingenieros agrónomos y técnicos de las administraciones implicadas tendrán que formarse en buenas prácticas para prevenir y corregir la verticilosis. La solución la han encontrado investigadores españoles con iniciativa privada, lógico. Esperamos que pronto las autoridades implicadas en la sanidad vegetal acojan y arropen este descubrimiento que tanto precisa el campo, la sostenibilidad y el agricultor, para provecho de toda la humanidad.