La turba se produce en climas fríos y es uno de los sustratos más utilizados a nivel mundial. Las principales turbas que podemos encontrar son la rubia y la negra.
Cada una de ellas tiene unas características diferentes, pero ambas son igual de útiles para los cultivos presentes en el campo. La tuba negra es recomendable para creación de semilleros y la rubia para el cultivo de plantas acidófilas.