Los viticultores andaluces contarán en la campaña 2001-2002 con casi 750 millones de pesetas para llevar a cabo planes de reestructuración y reconversión del viñedo, cantidad que representa el 3,01% del presupuesto nacional para estas medidas (25.623 millones de pesetas). Así se ha decidido en el marco de la Conferencia Sectorial de Agricultura, a la que ha asistido el consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata.
En este encuentro, Plata ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que se cree un grupo de trabajo permanente a nivel nacional que verifique el cumplimiento de los planes de reestructuración del viñedo con el objetivo de que se garantice que la producción de vino de calidad se ajusta a la demanda del mercado.
El régimen de ayudas a los planes de reestructuración y reconversión del viñedo constituye una importante medida para alcanzar los objetivos de impulsar el desarrollo del sector vitivinícola, mejorar las estructuras productivas de las explotaciones y mediante el cambio de variedades, adaptar la producción de vinos a la demanda. La Consejería de Agricultura y Pesca cuenta con una orden que recoge los requisitos de acceso a estas ayudas.
En virtud de esta normativa, se financia hasta el 75% del coste de la reestructuración y se compensará la pérdida de ingresos. Además, define el tipo de planes de mejora que se pueden presentar (individuales o colectivos) y las características de las plantaciones, entre otros aspectos, con el objetivo de adaptar estas ayudas a las necesidades de la viticultura andaluza.
Estas medidas suponen una oportunidad de modernización para un sector que representa el 4,4% de la Producción Final Agraria (P.F.A.) andaluza, que cuenta con enorme potencial de generación de riqueza y empleo en el ámbito del mundo rural, y en el que el 86% de las explotaciones son pequeñas y medianas explotaciones. En Andalucía, la producción de vinos tradicionales amparados en las distintas denominaciones de Origen, vinos de calidad reconocida, se viene enfrentando en los últimos años a una disminución del consumo, lo que ha motivado la existencia de excedente y la necesidad de la diversificación de la estructura varietal del viñedo regional.
Por otra parte, el consejero andaluz de Agricultura y Pesca ha abordado también en este encuentro la necesidad de que el Gobierno central defienda ante la Unión Europea la posibilidad de que las ayudas que recibe el aceite de orujo de oliva refinado se puedan emplear para buscar nuevos usos para este producto, como pueden ser el biocombustible o como complemento de la alimentación animal. Plata, que presentó al ministro, Miguel Arias Cañete, un informe de la Consejerçia que recoge un paquete de medidas para el sector, ha defendido que esta iniciativa permitiría diversificar la actividad de las industrias orujeras despejar las incertidumbres que actualmente hay en el sector.
Junta de Andalucía