El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha asistió en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) a la presentación del programa de servicios especializados para cooperativas agrarias que ha lanzado Caja Castilla-La Mancha
El consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Alejandro Alonso, pidió hoy a los presidentes de las cooperativas agropecuarias de la región reunidos en Alcázar de San Juan un nuevo esfuerzo que permita a la agricultura y la ganadería de Castilla-La Mancha superar el desafío que plantea la economía globalizada en el inicio de este nuevo siglo.
Alonso, que clausuró la presentación del programa de servicios especializados para cooperativas diseñado por CCM, reconoció que las sociedades cooperativas de nuestra región han invertido mucho dinero para modernizar sus instalaciones y obtener productos de óptima calidad, pero aseguró que con eso no es suficiente porque las cooperativas de Castilla-La Mancha carecen de la estructura, el soporte técnico y la dimensión empresarial que requiere el mundo actual.
El consejero de Agricultura cree que para salvar estas desventajas nuestras cooperativas deben hacer hincapié en la modernización de su gestión y de su estructura empresarial y, sobre todo, en la búsqueda de nuevos mercados para sus productos.
Alejandro Alonso afirmó que para saldar con éxito esta modernización empresarial las cooperativas van a contar con todo el apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha y señaló también que, a partir de ahora, las sociedades agropecuarias van a contar con la colaboración de un aliado de peso como Caja Castilla-La Mancha.
Para el consejero, la decisión de CCM de acercarse al sector cooperativo es “magnífica” porque pone a la primera entidad financiera de la región al servicio del sector económico con mayor incidencia social en Castilla-La Mancha, el mundo cooperativo, un sector sin el que no se podría entender la fuerza que tienen nuestra agricultura y nuestra ganadería, afirmó.
En este sentido, Alejandro Alonso indicó que lo importante de las cooperativas no es tanto su número, casi seiscientas con veinticinco mil socios, o el dinero que mueven al cabo del año, cerca de ciento sesenta mil millones de pesetas, sino que en muchos pueblos son la principal o la única empresa.
El consejero señaló que las cooperativas han estado y estarán al lado de los agricultores y apuntó que este año vamos a tener un ejemplo de su importancia para la economía de los viticultores porque van ser el filtro que paliará la caída de precios de la uva que ya se está anunciando en nuestra comunidad y en otras regiones vitícolas españolas.
JCCM