Para el resto de variedades blancas y tintas se aconsejan unos precios conforme a la calidad de la uva que permitan la comercialización del vino sin perdida de mercado.
ASAJA de Castilla-La Mancha pretende con este acuerdo que los viticultores castellano-manchegos dispongan de un precio orientativo a la hora de vender sus uvas porque la falta de transparencia les perjudica enormemente ya que se ven obligados a entregar sus uvas sin conocer el precio ni la forma de pago que, según lo acordado por las Interprofesión de la D.O. La Mancha, deberá hacerse al contado en el mes de octubre o por pago aplazado añadiendo al precio indicado el interés correspondiente.
La Organización asegura que el acuerdo ha sido posible gracias a la voluntad de ambas partes aunque coincidieron en señalar que los precios todavía no se corresponden con los costes de producción de la uva.
Al respecto, el sector productor ha propuesto que, en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha, se elabore un estudio sobre dichos costes, según las diferentes zonas acogidas a la D.O La Mancha y en base a las normas de producción establecidas.
La Organización ha indicado que este acuerdo significa cierta estabilidad para el sector y sienta las bases para futuras negociaciones aunque ha lamentado que siga sin repercutirse en el precio de la uva tinta el esfuerzo realizado por los viticultores castellano-manchegos por incorporar variedades mejorantes que, en algunos casos, tienen rendimientos inferiores.
ASAJA