En el marco de FENAVIN, la feria del vino que transcurre estos días en Ciudad Real, se celebró ayer la sectorial vitivinícola nacional de ASAJA, presidida por Pedro Barato, que reunió a más de 50 representantes del sector procedentes de todas las zonas productoras de España. En la reunión se abordaron los temas más candentes del sector, como la posible liberalización de los derechos de plantación de viñedo, a la que ASAJA se opone rotundamente, ya que supondría eliminar el único mecanismo de control sobre las producciones. Esta organización rechaza también la creación de organizaciones de productores de vino (OPV) y apuesta por el fomento de la concentración de la oferta a través de la integración cooperativa.
ASAJA está a favor del mantenimiento del control de plantaciones, medida que garantiza el equilibrio entre la oferta y la demanda. Un incremento no controlado de la superficie de viñedo podría romper el equilibrio de mercado, produciéndose los temidos excedentes. Además, en opinión de esta organización, la liberalización establecida por la OCM supone una amenaza para el patrimonio vitícola de la Unión Europea, puesto que conllevaría la deslocalización del viñedo hacia zonas no tradicionales, con la consecuente despoblación de las áreas rurales históricamente productoras de vino. En este sentido, solicitamos al MARM se sume a la iniciativa franco-italiana firmada por otros 7 países de prorrogar el actual sistema de derechos de plantación en la PAC 2014-2020.
Las organizaciones de productores son otro tema controvertido y de actualidad. A este respecto, ASAJA rechaza la creación de este tipo de organizaciones en el sector vitivinícola, dado que la poca experiencia de esta figura –desarrollada tan sólo en el sector de frutas y hortalizas– ha demostrado enormes carencias, tal y como el propio Tribunal de Cuentas de la UE afirma en su informe 8/2006. Según este documento, pese a las ayudas comunitarias disponibles para los miembros de las organizaciones de productores, la mayoría de los agricultores europeos elige no participar en este régimen. Así mismo este sistema, dirigido a los miembros de organizaciones y que excluye a los demás productores, exige una evaluación de los beneficios que conlleva esta concentración de la oferta, ventajas que aún no se han demostrado.
Desde ASAJA apostamos por el fomento de la concentración de la oferta, aprovechando los mecanismos actualmente vigentes e impulsados recientemente con la convocatoria de ayudas destinadas al fomento de la integración cooperativa (BOE 6 de mayo de 2011). En este sentido, ASAJA entiende que debe avanzarse en herramientas que redunden en una mayor eficiencia en la gestión y orientación comercial del sector productor, como puedan ser la ponderación del voto según entregas con carácter obligatorio -tal y como aparece recogido tan sólo en la Ley de Cooperativas de la Comunidad Foral de Navarra-, o como el fomento de acuerdos para la creación de Plataformas Comerciales con el fin de comercializar partidas o porcentajes variables de la producción de forma agrupada.
Por último, representantes de ASAJA de toda España coincidieron en la necesidad urgente de acometer modificaciones legislativas a nivel comunitario y nacional en materia de Derecho de la Competencia, que permitan reequilibrar la cadena agroalimentaria en favor de un sector tan atomizado como lo es el sector agropecuario.
ASAJA