Nota de Ava
Aunque la aprobación de la nueva normativa supone un avance considerable y necesario respecto a la obsoleta Ley de la Viña y el Vino de 1970, y ofrece un marco normativo acorde con la actual Organización Común de Mercado (OCM) del vino, deja de lado el aspecto promocional y divulgativo del producto. Esta omisión hace que, automáticamente, la publicidad del vino esté condenada a regularse por la futura «Ley del Botellón».
«Estamos hablando de un alimento tradicional, que forma parte de nuestra cultura y de nuestra sana dieta mediterránea. Su estatuto no puede asimilarse al de cualquier bebida alcohólica. Y todo ello sin olvidar su importancia económica. Sólo en la Comunidad Valenciana, el sector vinícola da trabajo a unas 20.000 familias», apunta el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, quien considera que «de nada sirve que por fin se haya modernizado la regulación si, al mismo tiempo, se restringen las posibilidades de promoción. El futuro del vino se halla estrechamente ligado a su capacidad de aumentar su hueco en el mercado».
El consumo del vino no se encuentra en su mejor momento. En 2002 se consumieron en España 29,7 litros por persona, un descenso de 4 litros respecto a los 33,5 del 2000. Hace 30 años, cada español bebía unos 70 litros de media por año, más del doble que en la actualidad. Todo indica que, si no se hace nada al respecto, la demanda continuará descendiendo y pondrá al sector en una situación muy difícil.
En cuanto a la aplicación de la Ley, el Gobierno ha de solucionar el problema que supone la existencia de la distinta legislación autonómica que rige sobre la misma materia. «La Ley del Vino ha de ser una ley paraguas, que cubra todas las normativas preexistentes y ofrezca una regulación uniforme para toda España, que evite posibles privilegios para ciertas regiones españolas», señala Aguado.
Por otra parte, con la nueva legislación aumenta el número de categorías de vino. Según AVA, hay demasiados niveles diferenciados de calidad, lo que puede confundir al consumidor, especialmente por lo que respecta a la denominación del vino de inferior categoría (vino de mesa con indicación geográfica), que se presta fácilmente a equívoco, aparentando una calidad que podría no tener.
AVA Asaja