En el caso de la D.O. Utiel-Requena el descenso en el volumen de la cosecha se suma a la caída registrada el año pasado con respecto a la campaña precedente, como consecuencia de la fuerte sequía y de las tormentas de pedrisco. De hecho, tanto el arranque de viñas al que se vieron obligados algunos productores, por la imposibilidad de regar, como los daños en la madera provocados por el granizo han incidido en la disminución de la producción para esta campaña. Por su parte, la producción en la demarcación valenciana también se ha visto reducida como consecuencia del pedrisco que el pasado día 12 de agosto azotó las comarcas del interior, dejando daños que superaban el 50%.
Pese al descenso de la producción, el estado fitosanitario de la uva está garantizado y la calidad es excelente en ambas demarcaciones, “por lo que no hay razón para que los viticultores no perciban precios dignos”, indica Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA.
Además, desde la organización agraria se ha criticado que los productores se enfrentan cada vez a costes de producción más elevados como consecuencia del encarecimiento de la mano de obra en la recolección y del incremento del precio de los fungicidas que contienen cobre, que ha situado los gastos alrededor de los 0,25 €/kilo. “De manera urgente las administraciones deben arbitrar medidas porque los viticultores llevan varias campañas percibiendo precios por debajo de los costes, algo que si no se remedia hace peligrar el monocultivo de vid en la zona”, denuncia Aguado.
AVA-ASAJA