La fuerte sequía que ha afectado a la comarca de Utiel-Requena y la tormenta de pedrisco caída el pasado mes de julio ha provocado una importante merma de la producción de uva en esta Denominación de Origen que reducirá la cosecha como mínimo un 30%.
La sequía no sólo ha reducido la producción sino que ha obligado a algunos agricultores a arrancar viñas por la imposibilidad de regar sus cultivos, lo que repercutirá también en la cosecha del próximo año. Por otra parte, en la zona norte de Utiel-Requena el pedrisco provocó daños en la producción de 4.000 hectáreas que, en algunos casos, ha generado perjuicios sobre la madera de las cepas, lo que igualmente repercutirá en una merma de la próxima cosecha.
A pesar de la menor producción la calidad de la uva es excelente y, según indica el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, “no hay razón para que haya una mala campaña de precios porque hay menos uva y, además, su estado fitosanitario está garantizado y es de muy buena calidad, por lo que esperamos que los viticultores perciban precios dignos”.
Ante los resultados registrados en las últimas campañas Aguado ha insistido en reclamar el apoyo de los gobiernos central y autonómico. “Los viticultores llevan años recibiendo precios por debajo de los costes y si la situación no mejora será inviable seguir con el monocultivo de vid en la zona. Es necesario que los gobiernos reconozcan la situación y arbitren medidas y exenciones económicas para paliar la crisis”, indica el dirigente agrario. A pesar de que el año pasado la zona quedó excluida de algunas ayudas como las destinadas a los cultivos leñosos o la rebaja de los módulos fiscales, “las cifras demuestran que los viticultores necesitan el apoyo de las administraciones”, concluye Aguado.
AVA