Un total de 977,4 hectáreas de viñedo de Andalucía se han acogido ya a los planes de ayuda para reestructuración y reconversión del sector que tienen como objetivo diversificar la producción y adaptar la oferta a la demanda. Estas ayudas, que se pusieron en marcha en el año 2000 con la nueva OCM del vino, están recogidas en una orden de la Consejería de Agricultura y Pesca que fija los requisitos de acceso.
Entre las acciones que contempla la OCM están la reconversión varietal, reimplatación del viñedo y mejora de las técnicas de producción; mientras que en materia de ayudas recoge una compensación por pérdidas de ingresos y la financiación del coste de la reestructuración hasta en un 75%. En 2002, se han pagado en Andalucía ayudas por importe de 5,3 millones de euros.
La orden de la Consejería define el tipo de planes de mejora que se pueden presentar (individuales o colectivos) , superficie máxima y mínima, y características de las plantaciones, entre otros aspectos, con el objetivo de adaptar estas ayudas a las necesidades de la viticultura andaluza. Los planes de mejora que presentan los agricultores tienen una vigencia de cinco años.
Este régimen de reestructuración se aplica a los viñedos destinados a la producción de uva para vinificación de toda Andalucía (38.000 hectáreas), aunque no pueden acogerse a él los planes de renovación normal de los viñedos, las actuaciones que se hayan contado con ayudas en los últimos diez años, los viñedos plantados en virtud de nuevas plantaciones o los agricultores que no tengan regularizadas la totalidad de sus parcelas.
Selección de proyectos
Para la distribución de estas ayudas se da prioridad a los planes colectivos sobre los individuales, al tiempo que se tiende hacia el equilibrio territorial. Asimismo, se valoran las propuestas de diversificación de la producción, la implantación de nuevas variedades de uva, y se priman aquellos planes de reestructuración que incluyan jóvenes agricultores y agricultores profesionales.
En Andalucía, la producción de vinos se viene enfrentando en los últimos años a una disminución del consumo, lo que ha motivado la existencia de excedente y la necesidad de la diversificación de la estructura varietal del viñedo regional. Este régimen de ayudas es una medida para impulsar el desarrollo del sector vitivinícola, mejorar las estructuras productivas de las explotaciones y mediante el cambio de variedades, adaptar la producción de vinos a la demanda.
Junta Andalucía