Según los responsables de la Asociación Nacional de Productores Agroalimentarios en el sector del vino, la actual campaña de uva que se está recogiendo en Castilla-La Mancha ha descendido en volumen con respecto a cosechas anteriores, principalmente, a causa de las heladas de esta primavera y el adelanto del calor veraniego en el mes de mayo. No obstante, según las previsiones sobre los porcentajes de uva recogidos hasta el momento en las cooperativas de la región en esta campaña se van a sobrepasar los dos mil millones de kilos, lo que supone algo más de la mitad de la producción nacional de vino.
La campaña de recogida de uva que comenzó de forma generalizada a primeros del mes de septiembre se ha venido desarrollando sin graves alteraciones climatológicas, por lo que el producto llega a los lagares en unas condiciones excelentes. La calidad de la uva recolectada en Castilla-La Mancha en la presente cosecha puede catalogarse de óptima, debido en parte al menor volumen de producción, que permite un mejor desarrollo de las bayas que cuajan.
Sobre la base de la calidad de la uva en la región, los responsables de PROAGRO opinan que en este sentido han influido positivamente algunas condiciones meteorológicas en la maduración, como han sido las suaves temperaturas del verano. Estas han permitido una maduración más lenta y el consiguiente aumento en la acumulación de azúcares en el fruto.
Otro de los factores que compensan, en la medida de lo posible, el descenso de la producción es la ausencia de problemas sanitarios reseñables. El sol continuo que acompaña a al sequía responsable, en parte, del escaso rendimiento de las cepas es, a la vez, una garantía sanitaria para la planta de la vid.
Con estos antecedentes sólo resta a los productores hacer bueno el acuerdo con los industriales en lo que respecta al precio al que van a cobrar el kilo de uva, una vez hechas las primeras previsiones de lo que ha sido esta cosecha, a fin de lograr un acuerdo que sea satisfactorio para todos. El temor de los productores a que se pague la uva por debajo de los precios de la campaña pasada se centra principalmente en los excedentes que aún quedan por vender.
PROAGRO pide que se reconozca la calidad del fruto a la hora de determinar los precios, ya que considera que no se puede pagar igual por una uva de buena calidad y peso moderado que por otra de gran volumen conseguido gracias al riego desmesurado y de bajo grado en azúcares.
Proagro