El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-LM, Alejandro Alonso, afirmó ayer que el Proyecto de Ley de la Viña y el Vino es una norma “novedosa, innovadora y moderna que va a permitir, una vez más, que Castilla-La Mancha, en materia vitivinícola, lleve la iniciativa y establezca normas en relación al vino que serán seguidas y nos colocan a la vanguardia de lo que se puede y se debe hacer por este sector”.
Garantizar que los derechos de viñedo se queden en nuestra comunidad autónoma es uno de los aspectos destacados de esta Ley que ayer fue aprobada por el Consejo de Gobierno y que hoy ha sido explicada con detalle por el consejero de Agricultura y Medio Ambiente.
Para ello, la norma establece un sistema que permitirá al Gobierno regional intervenir en el mercado de compra venta de derechos de viñedo, de forma que el Ejecutivo autónomo pueda siempre ejercer los derechos de tanteo o retracto en caso de que las operaciones de transferencia de viñedo a otras autonomías puedan tener consecuencias trascendentes para el futuro de la viticultura castellano-manchega.
Otro de los puntos destacados por el consejero de esta Ley es el apoyo a la comercialización de los vinos castellano-manchegos. Según resaltó, se contempla por primera vez en la legislación española, la creación de un fondo, financiado a través de un canon, para gestionar un montante económico de 9 a 12 millones de euros (1.500 a 2.000 millones de pesetas) el primer año dedicado exclusivamente a la promoción de la comercialización de los vinos de Castilla-La Mancha. Así, se creará una fundación de iniciativa pública de gestión privada con participación del sector que gestionará dicho fondo.
Tras calificar el texto de moderno, ambicioso y, sobre todo, una ley para el futuro de la viña y el vino de Castilla-La Mancha, Alonso dijo que actúa en primer lugar sobre la mayor extensión de viñedo del mundo que es la de nuestra comunidad autónoma y abre la posibilidad de mejorar las condiciones de comercialización de los vinos de nuestra región.
Se impide la proliferación y coexistencia de viñedos ilegales
Entre los aspectos novedosos de esta Ley, el responsable de Agricultura y Medio Ambiente citó el establecimiento de un sistema para asegurar la legalidad de todo el viñedo que existe en nuestra comunidad autónoma e impedir la proliferación y coexistencia de viñedos ilegales “que tanto daño pueden hacer al futuro de nuestro viñedo”.
Se crea un registro actualizado con un sistema de información geográfica que va a permitir a todos los titulares de derechos registrales del Registro Vitícola poder comprobar las características agronómicas, vitícolas de todas las parcelas regularizadas en la región. Los datos aportados por Alonso reflejan que en Castilla-La Mancha el Registro Vitícola cuenta con más de 150.000 titulares registrales de viñedo y un millón de parcelas.
Como objetivo novedoso de la Ley de la Viña y el Vino, el consejero destacó que se considera al “vino como un alimento que consumido moderadamente es beneficioso para la salud” y reconoce el papel que la viña en Castilla-La Mancha juega en la preservación del medio ambiente de nuestra región.
“Las 600.000 hectáreas de viñedo castellano-manchego –agregó Alonso- es un elemento de preservación ambiental de una importancia trascendental y, por tanto, el viñedo, además de tener un componente económico y social, tiene un papel medioambiental fundamental que esta Ley le reconoce”.
Esta Ley va a reconocer y reforzar el papel del Instituto de la Viña y del Vino de Castilla-La Mancha, otorgándole más autonomía de gestión, más capacidad y una mayor intervención en los mecanismos de reconocimiento de la calidad de los vinos de nuestra comunidad autónoma.
La última novedad de la Ley puesta de manifiesto por Alonso fue la creación de una empresa pública que prestará servicios de análisis, inspección y certificación de los productos vitivinícolas sometidos y amparados por alguna norma de calidad aprobada por el Gobierno de Castilla-La Mancha.
JCCM