COAG-IR defiende una OCM que contribuya a rentabilizar las comercializaciones de los vinos

Rodríguez Villarreal: ‘no necesitamos una OCM que pague nuestro entierro sino que nos ayude a vender el vino’

COAG-Iniciativa Rural de Castilla-La Mancha, tras estudiar las distintas posibilidades que se abren de cara a la negociación de la Reforma de la OCM de Vino, señala que ni el mantenimiento de la situación actual, ni la fórmula del desacoplamiento convienen a los viticultores de esta región. La Organización considera que el mayor éxito de la futura Reforma de la OCM de Vino sería que el presupuesto se gastase en medidas que contribuyeran a mejorar la renta de los viticultores y a colocar ventajosamente nuestra producción en el mercado.

En cuanto a la primera opción de cara a las negociaciones, la prorroga de los mecanismos que en la actualidad se aplican, el principal argumento a su favor es que con la aplicación de la vigente OCM a Castilla-La Mancha han llegado un volumen importante de fondos comunitarios (del orden de 250 millones de euros anuales). Sin embargo, COAG-IR considera necesaria la Reforma porque este dinero no ha servido, como ha quedado patente por la crisis de precios a la producción, para mejorar los ingresos de los viticultores. Ello se ha debido a que en su mayor parte se gasta en medidas como las destilaciones, que no llegan o lo hacen de manera muy indirecta a los viticultores. Una parte de los industriales defienden la permanencia del “status quo” porque están siendo los mayores beneficiarios de estos fondos.
La segunda opción que baraja la Comisión consistiría en una OCM en la línea de la Reforma de la PAC y que se basaría en la concesión de una ayuda desacoplada por hectárea ligada de manera obligada a una liberalización de las plantaciones y del mercado. COAG-Iniciativa Rural considera que hay mejores medios para hacer llegar el dinero al bolsillo del viticultor que la ayuda desacoplada, sobre todo si esta medida es inseparable, como anuncia la Comisión, de la liberalización de las plantaciones. No es viña precisamente lo que falta en esta región y sí mejoras en los canales comerciales. También esta opción cuenta con defensores entre una parte de la industria vinícola porque esta modalidad de OCM les permitiría prescindir de los viticultores.
COAG-Iniciativa Rural propugna una OCM que mantenga parte de los mecanismos actuales, como la destilación de uso de boca, pero modificándola y ajustando su presupuesto, de manera que las ayudas de este mecanismo queden reservadas a las cooperativas y a las bodegas que repercutan dichas ayudas vía precios a los viticultores mediante la firma de acuerdos contractuales. Otra de las actuaciones que deberían mantenerse serían los programas de reestructuración, si bien deberían vincularse a programas de comercialización para que la mejora de los viñedos se hiciera con un objetivo de mercado previsto.
COAG-IR considera también que el gasto que realiza la Unión Europea en la destilación de crisis es importante, pero que el esfuerzo presupuestario no se transmite a la producción. Por este motivo propone que ese dinero se destine a, no a retirar excedentes quemando vino, sino a compensar la no producción de esos excedentes mediante medidas más eficaces y con un impacto más directo para los viticultores como la vendimia en verde o el arranque, ya sea temporal o definitivo.
Además, COAG-Iniciativa Rural, considera que hay hueco si se mantiene el presupuesto de la OCM de Vino sin recortes, para ciertas ayudas directas; pero no universales y desacopladas de la producción, sino específicas y acopladas al papel medioambiental y social que el viñedo y los viticultores cumplen en muchos territorios rurales y que la Unión Europea debería reconocer y remunerar.
En definitiva, con el horizonte que se abre después del año 2013, es muy posible que la Reforma que venga sea la última inyección importante de dinero que venga al sector y COAG-Iniciativa Rural considera que debería utilizarse en preparar nuestras explotaciones, cooperativas y nuestras redes comerciales para sobrevivir en el único espacio de futuro que va a quedar, que va a ser el mercado. En palabras de José Rodríguez Villarreal, Secretario de COAG-IR de Castilla-La Mancha “los viticultores no necesitamos una OCM que nos pague el entierro, sino que nos ayude a vender el vino y que eso se note en el precio de las uvas”

COAG-IR MURCIA

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