COAG solicita el ‘rechazo del acuerdo UE – EE.UU. sobre el vino’

Nota de COAG
Tal y como nos comunican desde la dirección estatal, COAG ha solicitado a la Ministra de Agricultura que, en defensa de nuestros productores y consumidores, rechace de forma rotunda en el Consejo de Agricultura de la próxima semana la firma del acuerdo entre la UE y EE.UU sobre productos vitivinícolas y realice las gestiones oportunas para que la posición del Consejo sea igualmente contraria a la firma. Esta posición es compartida de forma unánime por todos los productores europeos integrados en el COPA-COGECA.

La Comisión Europea pretende aprobar de forma inminente un acuerdo que constaría de dos puntos básicos: una declaración de intenciones por parte de Estados Unidos para que en un futuro pudiera haber una protección efectiva de las Denominaciones de Origen Europeas, tales como Jerez o Málaga, que no garantiza nada, a cambio de abrir el mercado comunitario a vinos americanos elaborados con una serie de prácticas enológicas totalmente prohibidas para los vinos europeos.

COAG considera que la aceptación de estas condiciones por parte de la Unión Europea supondría un ataque frontal al modelo vitivinícola europeo, basado en el carácter del vino como alimento natural, cuyas características están definidas por los viñedos y el territorio de los que procede, e íntimamente ligado a nuestra cultura y modo de vida. “Por ello, entendemos que está en juego mucho más que una cuestión puramente comercial, no es deseable una “guerra” comercial con EE.UU., pero ello no justifica poner en juego el concepto de vino en la UE”, ha puntualizado Manuel Sánchez-Brunete, responsable del sector del Vino de COAG.

Además, en el caso de que se autorizara la importación de vinos americanos elaborados con prácticas enológicas “industriales”, tales como el aguado, ósmosis inversa u otras, se produciría una situación de competencia desleal en contra de los vinos comunitarios. Aún así, es más preocupante el precedente que puede suponer este acuerdo para futuras negociaciones con otros países, puesto que siempre se podría aplicar la cláusula del país más favorecido, con lo cual los efectos de este acuerdo se magnificarían todavía más.

Respecto al uso de nombres genéricos y semi-genéricos por parte de los productores americanos, que es la otra piedra angular del acuerdo, no conseguiríamos resolver el conflicto actual, que tanto perjuicio está causando a nuestros productores, ya que Estados Unidos no se comprometería de forma clara a modificar su normativa y prohibir el uso de las denominaciones y menciones tradicionales europeas, sino que sólo declararía su intención de hacerlo en el futuro.

COAG

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