En los últimos años se viene detectando un alarmante incremento en el decaimiento de las plantas jóvenes de vid, llegando incluso a provocar gran cantidad de muertes por esta afección durante el primer año de implantación del cultivo. Esta afección también se conoce en castellano con el nombre de “Enfermedad de Petri”, procedente del término inglés “Petri disease”, además del nombre indicativo en inglés “young vine decline”. Aunque hace años que se conoce esta patología, aún no se han puesto en práctica las medidas necesarias para evitar la extensión de la enfermedad. Numerosas pruebas han puesto de manifiesto la relación con la enfermedad que tiene la acción conjunta de determinado tipo de hongos patógenos
Aunque existen referencias sobre la presencia de estos patógenos en el suelo y la aparición de la enfermedad en viñas sometidas a condiciones de estrés, se han observado los mismos síntomas en plantaciones recién puestas, cuando no parece que hayan tenido lugar condiciones de estrés.
En este sentido Manuel Sánchez Brunete, responsable de vino de COAG, ha apuntado que “esto incita a creer que es más que probable que las plantas adquiridas puedan en ocasiones venir enfermas de vivero, lo que hace imprescindible asegurar la certificación contra la presencia de éstos patógenos de las estacas, estaquillas y demás material de reproducción vegetativa”. Tenemos conocimiento de que las Comunidades Autónomas junto con al MAPA saben de la enfermedad y su incidencia y que han llevado a cabo estudios en campo y en laboratorio para determinar las causas de la propagación de esta enfermedad en nuestro país.
Coag