Las empresas cooperativas son las más perjudicadas porque actualmente se está abonando al mismo precio el kilo de uva vendido directamente que el que está elaborado, sin tener en cuenta los costes de transformación y con el reconocimiento de una denominación de origen.
«Pedimos que, como mínimo, una vez la uva se transforma en vino, se contemplen los costes de elaboración», declaró el representante del sector de la FCAC, Joan Salvador Palau. Añadió que, aunque la producción ha ido disminuyendo los últimos años, la presencia del vino en el mercado es similar, por lo que quedan excedentes. «Hace tiempo que pedimos que se quiten los excedentes del mercado para comenzar de cero y poder tirar adelante», lamentó.
Palau, además, pidió a las administraciones que se promueva el vino catalán para favorecer su consumo y evitar así un abandono en las viñas del territorio.
La federación certificó que, en los primeros ocho meses de este año, las ventas se han reducido sensiblemente y las pérdidas han superado el 10% en el mercado interior y el 15% en la exportación.
La FCAC aglutina actualmente 84 cooperativas vinícolas y cerca de 10.000 viticultores, que representan el 60% del vino que se elabora en Cataluña.
Europa Press
Las cooperativas catalanas del vino no se enteran que están en una economía de mercado en donde las posibilidades mercantiles son iguales para todos. ¡Basta ya de privilegios a los mercados protegidos y subvencionados!