Cuatro Consejos Reguladores tramitan su adaptación a la Ley Regional de la Viña y el Vino

Los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen de vino “La Mancha”, “Mondéjar”, “Méntrida” y “Valdepeñas” han iniciado ya los trámites para su reconocimiento como organizaciones interprofesionales agroalimentarias con el fin de adaptarse a la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha, proceso que concluirá antes de que termine el año.

El plazo para la presentación de solicitudes finalizó el pasado 4 de julio, momento a partir del cual la Consejería de Agricultura deberá revisar la documentación presentada por los Consejos Reguladores y reconocer su adaptación a esta norma, para lo que cuenta con un plazo máximo de seis meses.

El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha aprobó el pasado 7 de marzo el Decreto regulador de las Organizaciones Interprofesionales Agroalimentarias, donde se establecen los requisitos y funcionamiento de este tipo de entidades, en las que habrá una representación paritaria de la producción y la industria, de forma que toda la cadena del sector (productores, transformadores y comercializadores) estará representada en una única organización.

Además, las decisiones que se tomen dentro de dicha organización marcarán las pautas de comportamiento de todo el sector, siempre y cuando representen a más del 50% en número de operadores y a más del 66% de la cantidad de producción.

Esta medida beneficia al sector agroalimentario porque permite su autorregulación y una menor dependencia de las administraciones; logra una mayor eficacia y transparencia entre las distintas fases del sistema agroalimentario; consigue que las pequeñas empresas tengan acceso a acciones de promoción, información de mercados e investigación; son un interlocutor válido y representativo para la Administración; facilitan la adaptación de las pequeñas y medianas empresas a las actuales exigencias del mercado y el consumo; y cuentan con un sistema de financiación que permite la solvencia y la continuidad en las acciones desarrolladas.

El Decreto responde a la necesidad de incentivar la agrupación de los distintos sectores que conforman la industria agroalimentaria regional con los productores de base, necesidad prevista en diversas normativas que establecen que sean dichas organizaciones los interlocutores y gestores de sus sectores (por ejemplo, el Reglamento por el que se aprueba la Organización Común del Mercado Vitivinícola y la Ley de la Viña y el Vino de Castilla-La Mancha).

En concreto, la Ley regional de la Viña y el Vino se refiere a la nueva naturaleza que deberán tener los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen para dejar de ser órganos desconcentrados de la Administración y para separar las funciones de gestión e inspección. Los Consejos Reguladores podían optar, y cada uno de ellos así lo ha hecho, por constituirse en agrupaciones de productores o en organizaciones interprofesionales agroalimentarias.

JUNTA CM

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