El consumo de vino en España sigue descendiendo, según Asaja CR

Nota de ASAJA
El consumo de vino en los hogares españoles sigue descendiendo. En los últimos treinta años el consumo de vino en España ha venido decreciendo paulatina y constantemente, pasando de un consumo per cápita de casi 70 litros anuales a comienzos de la década de los setenta, a menos de 30 litros por habitante y año en 2003.

Según datos extraídos del panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, el consumo total de vino en España ha descendido en casi 20 millones de litros entre los meses de enero y agosto de 2003. La noticia publicada en algunos medios es que “el consumo de vino con Denominación de Origen subió un 10,4 por ciento”, y esto es cierto, pero es sólo una parte de la realidad. El consumo de vino con Denominación de Origen realmente ha experimentado en los primeros nueve meses del 2003 un importante crecimiento del 10,4%, pasando de 48,3 millones de litros en 2002 a 53,92 millones de litros en 2003, pero esta subida de consumo de 5,6 millones de litros de vino no compensa el fuerte descenso de consumo experimentado por los vinos de mesa en ese mismo periodo de tiempo, que ha sido del 10,7 por ciento, es decir se ha pasado de un consumo de 271,6 millones de litros de vino de mesas en 2002 a sólo 246,9 millones de litros.

Los españoles en 2003 hemos aumentado el consumo de vino de Denominación de origen en 5,6 millones de litros, ha aumentado el consumo de vino de calidad, pero hemos descendido en el consumo de vinos de mesa en casi 25 millones de litros. El resultado final es que el consumo total de vino en España ha descendido en 20 millones de litros, lo que supone medio litro de vino menos por habitante.

Esta es la tendencia que arrastramos desde hace treinta años, sin embargo en estos treinta años hemos aumentado nuestra producción en casi un 40 por ciento, ya que se han mejorado considerablemente las técnicas de cultivo, se ha venido produciendo un traslado de viñas de zonas marginales a tierras regables con lo que se ha aumentado la producción a pesar de haber reducido en casi un 30% la superficie de viñedo en España.

De no romper esta tendencia a la baja del consumo, y dado que nuestras producciones difícilmente bajarán ya de los 40-42 millones de hectolitros, sólo nos queda un camino: aumentar las exportaciones, buscar nuevos mercados para el vino de Castilla-La Mancha, que hoy por hoy es el mejor posicionado en el mundo en cuanto a cantidad, calidad y precios. Este es el reto de la viticultura de nuestra región.

En los últimos años Castilla-La Mancha ha llevado a cabo una auténtica revolución con la reestructuración y reconversión del viñedo, las bodegas y cooperativas han evolucionado tecnológicamente hasta ser las más punteras del mundo, la calidad de nuestros vinos es indiscutible, y, por nuestra estructura vitícola, nuestros precios son los más competitivos. Para conquistar el mercado sólo tenemos que invertir en comercialización y marketing a nivel mundial. Si no somos capaces de hacerlo a corto plazo nos veríamos obligados a reducir drásticamente la producción, es decir tendríamos que acabar arrancando las viñas si no somos capaces de vender las uvas

ASAJA-CR

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