Remitido por COAG
A falta de pocos días para que la vendimia se generalice en todas las zonas productoras, COAG estima que la producción de vino en España estará cercana a los 43 millones de Hl, cifra que supone una disminución en torno al 10% respecto a la campaña 2003/04.
A pesar de este descenso de producción, los precios que se barajan para esta campaña son más bajos que los del año pasado. De hecho, muchos viticultores están vendiendo su uva por debajo de los costes de producción. Los más perjudicados; los agricultores profesionales, que no cuentan con rentas complementarias que les permitan soportar periodos prolongados de crisis.
El sector está sometido a un desequilibrio insostenible entre oferta y demanda como consecuencia de una capacidad de producción creciente en los últimos años, unida a un descenso alarmante del consumo interno y a una pérdida de cuota de mercado respecto a los países del "nuevo mundo".
Si analizamos la evolución de los precios constantes en origen del vino de mesa desde 1988 ( ver gráfico adjunto), comprobamos que la actual crisis, lejos de ser algo coyuntural, se han convertido en un problema estrutural que necesita de una reforma en profundidad de la política vitivinícola. Tanto es así, que en la última década el precio del vino de mesa ha descendido un 50%, ( 53% en el vino blanco y 45% en el vino tinto."Estamos en un momento crítico que amenaza la viabilidad de miles de explotaciones vitícolas. Nos encontramos ante una nueva realidad vitivinívola que necesita de una nueva política agraria que se adapte a las nuevas necesidades del sector mediante una concepción más vertical que abarque desde la producción hasta el consumidor",ha puntualizado Manuel Sánchez-Brunete, responsable de Vino de COAG.
Para poner freno a esta delicada situación, COAG ha elaborado un documento de prioridades para el sector vitivinícola que ha presentado al Ministerio de Agricultura, en el que se proponen una serie de medidas a corto, medio y largo plazo:
MEDIDAS A CORTO PLAZO
– Abastecimiento de mercado: COAG considera que en esta campaña se deben aprovechar al máximo las medidas de abastecimiento de mercado, optando a todo el cupo posible en la destilación de alcohol de usos de boca, así como potenciando la producción de mosto. COAG solicitará en Bruselas que se incremente el presupuesto de destilación de alcohol de usos de boca hasta los níveles necesarios para garantizar las necesidades del mercado estatal.
– Destilación de crisis. COAG se opone a la destilación de crisis como mecanismo de eliminación de excedentes, máxime teniendo en cuenta que su precio sería penalizante, es decir por debajo del precio de mercado. En un futuro, COAG abogará por sistemas que eviten la producción de excedentes en la propia explotación vitícola.
– Refuerzo del control: En la situación de crisis actual ha tenido mucha influencia la falta de control y transparencia en el sector vitivinícola. Por tanto, es necesario que se garantice por parte de las Administraciones Públicas el cumplimiento estricto de la Ley, estableciendo los controles necesarios, tanto a nivel de producción, destilación, como de prácticas enológicas.
MEDIDAS A MEDIO-LARGO PLAZO
– Si bien es cierto que la actual OCM ha sido positiva para España en determinados aspectos, es el momento de adapatarla a las nuevas necesidade, por lo que urge acometer una reforma de dicha política. En este sentido, COAG ha elaborado una propuesta de reforma de la OCM con el objetivo de dotar al sector de las estructuras necesarias para mejorar la comercialización de los productos vitivinícolas y que garantice una renta a los productores que les permita continuar con su actividad.
– COAG propone que a partir de esta misma campaña se ponga en marcha un programa de abandono definitivo en todo el territorio español, trasladando al agricultor la decisión voluntaria de continuar o abandonar recibiendo una prima compensatoria.
– La organización y vertebración del sector es absolutamente prioritaria. Se trata del principal problema interno y su solución es imprescindible como paso previo para cualquier estrategía y planteamiento de futuro.
– Condicionamiento de ayudas públicas. COAG entiende que las empresas vinícolas que se beneficien de ayudas públicas deben tener un compromiso ético y social con el sector productor. Aquellas empresas que no lo cumplan no deben tener acceso a ayudas públicas.
– Creación de un grupo técnico de expertos para la elaboración de un Plan estratégico con el objetivo fundamental de incrementar la demanda interna y favorecer la comercialización de nuestros vinos, garantizando una distribución equilibrada del valor añadido entre todos los operadores del sector.
– Puesta en marcha de un Observatorio de mercado que permita que el sector tenga acceso a los datos actualizados de producción y mercado.
– Pacto Interministerial entre Agricultura, Sanidad e Interior para desarrollar una política de apoyo al sector del vino, considerándolo como un alimento cuyo consumo moderado es beneficioso para la salud y que debe tener un tratamiento claramente diferenciado de las bebidas alcohólicas.
– Aplicación de una política que priorice y proteja a los agricultores profesionales, puesto que son los verdaderos garantes del futuro del sector, realizan una labor multifuncional y fijan población al territorio.
COAG