En concreto, un total de 42,8 millones de consumidores de vinos de los principales mercados exteriores (Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Holanda, Reino Unido y Suiza) ingieren con frecuencia caldos españoles, pero todavía existen 103 millones que aún no consumen vino español o lo adquiere de forma testimonial.
Según el estudio, los vinos españoles tienen todavía importantes posibilidades de conquistar nuevos consumidores. Todo apunta a que en Estados Unidos, uno de los mercados con mayor potencial, con 73 millones de consumidores, necesitan un mayor y mejor conocimiento de los vinos de España, mientras en otros mercados como Alemania o Gran Bretaña hay que trabajar para mejorar la percepción de calidad.
El estudio abarca un total de 146 millones de consumidores potenciales en seis países que cuentan con un consumo medio por habitante y año bastante desigual, ya que oscila entre los 11 litros por persona y año de los Estados Unidos y los 46 litros per cápita de Suiza.
La dependencia de compra de vino exterior de estos países van desde el 100% del caso de Holanda o el 94% de Bélgica hasta el 28% de Estados Unidos, ya que este país es, además, el cuarto productor mundial tras Italia, Francia y España. Pero en todos los casos existe un significativo número de personas adultas que consumen vino con frecuencia que va desde el 34% de Estados Unidos al 57% del Reino Unido, mientras en el resto de los países se sitúa en torno al 50%.
El estudio revela además que la penetración de los vinos españoles es bastante alta en Suiza y Reino Unido, con un total del 55% y 45%, respectivamente, entre consumidores frecuentes y ocasionales, mientras es relativamente baja en Alemania y los Estados Unidos, con un 33% y un 20%, respectivamente, y satisfactoria, pero con importantes posibilidades de mejora, en Holanda y Bélgica, donde los bebedores de vinos españoles se sitúan en el 38% y el 36%, respectivamente.
La puntuación, de cero a diez, del vino español se sitúa en un 6,2 en el conjunto de los seis países estudiados, con un arco que va desde el 5,6 del Reino Unido al 6,5 de Estados Unidos, Holanda y Suiza, y a 1,33 puntos por debajo de los vinos franceses, que son siempre los más valorados, con excepción de Alemania donde prefieren puntuar más a sus propios vinos.
Europa Press
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y hacemos el ridículo