Remitido por Junta de Extremadura:
La campaña extremeña de producción de corcho no será alterada este año por la sequía que sufre la región y tendrá su volumen habitual, entre 22.000 y 25.000 toneladas, una cifra «media-alta», ha informado el director general del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón de la Junta de Extremadura (IPROCOR), Miguel Elena.
Elena hizo esta afirmación en Mérida, en el transcurso de una rueda de prensa en la que presentó el Código Internacional de Buenas Prácticas Suberícolas junto al coordinador del Programa de Defensa de los Alcornocales de Portugal, Francisco Jacinto Lopes.
Según el máximo responsable de IPROCOR, había un «temor cierto» en que la falta de precipitaciones perjudicara la producción y el desarrollo de la fase de saca del producto, pero «este año se da el corcho como en el mejor de los años, la campaña no se ha parado por cuestiones fisiológicas».
En este sentido, este año Extremadura transformará unas 45.000 toneladas de producto, unas más de 20.000 propias y el resto procedente de Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León, lo que da empleo directo a, aproximadamente, un millar de personas en la industria y a unas mil de forma indirecta.
La región produce el 10 por ciento del corcho destinado a tapones para vinos del mundo, con un valor en concepto de transformación de 100 millones de euros, agregó.
Explicó Elena que la campaña «está pendiente de un hilo climático y, si hay un cambio que impida que se dé el corcho, tendremos que pararla», pero puntualizó que «la campaña empezó pronto, el 1 de junio, y hasta este momento no hay parones significativos en ninguna de las comarcas», agregó.
Por su parte, Lopes explicó que tampoco se prevé que la producción lusa se vea perjudicada y que será la normal, de unas 120.000 toneladas.
No obstante, precisó que «basta un cambio de viento más seco » para que la saca no se pueda efectuar.
Por otro lado, en cuanto al Código, Elena dijo que, tras su aprobación por productores, industriales, organismos especializados y otras entidades de las zonas productoras, España, Portugal, Francia, Italia y países del Magreb, se pondrá en práctica de una forma experimental en cinco fincas de Extremadura y dos de Portugal.
Este documento, «de síntesis del sector», tiene como objetivo homologar diversas prácticas en el sector para garantizar el incremento de la cantidad y la calidad de la producción, para lo que se avanzará en la mejora del «patrimonio genético», en las condiciones de las explotaciones y en la ampliación de las superficies y del número de ejemplares de alcornoque.
Otro fin es mejorar la sanidad vegetal con la aplicación de «buenas prácticas» de trabajo, entre ellas la desinfección de las herramientas y la «proscripción» de las acciones nocivas y de los productos químicos que perjudican a un producto, los tapones de corcho, que están en contacto con los alimentos.
Sobre esta cuestión, dijo que el sector enológico puede confiar en las cualidades del corcho frente a otros tapones de, señaló, peores prestaciones como los de plástico y aluminio.
Otro objetivo del Código es garantizar la continuidad de los alcornocales mediante la potenciación de su regeneración, ya sea natural o artificial.
Las fincas extremeñas en las que se pondrá en práctica son «Valcorchero» de Plasencia (Cáceres), el Monte Cubero de la comarca cacereña de Las Villuercas, el Monte Cíjara (Badajoz), la Dehesa Boyal de Sierra de Fuentes (Cáceres) y un monte vecinal de Zahínos (Badajoz).
En Portugal, las fincas elegidas son una del centro de la región de Alentejo y otra del sur del país.
Junta Extremadura