Jornada Nacional de UPA sobre la Reforma de la OCM del vino en Ciudad Real

Se han celebrado con gran éxito de participación y de debate unas jornadas estatales de UPA en Ciudad Real sobre la reforma de la OCM vitivinícola. A dichas jornadas asistieron más de 250 viticultores procedentes de toda España.

Las jornadas fueron inauguradas por el Secretario General de Agricultura y Alimentación del MAPA Josep Puxeu, la consejera de agricultura de Castilla-La Mancha Mercedes Gómez y el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos. Posteriormente Dimas Rizzo, consejero agrícola de la representación permanente española anta la UE presentó una ponencia sobre la comunicación de la comisión referente a la reforma de la OCM.

A continuación se celebró una mesa redonda con el título “Consecuencias de la reforma y futuro del sector vitivinícola” en la que participaron Mercedes Gómez (Consejera de agricultura de Castilla-La Mancha), Ignacio Alonso (Subdirector General de vitivinicultura del MAPA), Pedro Manuel Sáez (Director General de calidad de la Consejería de Agricultura de La Rioja), Rafael del Rey (Director General de la FEV), Rafael Puyó (Director General de AVIMES), Joaquín Hernández (Presidente del Consejo Sectorial Vitivinícola de CCAE) y Cristóbal Torres (UPA). En dicha mesa se desarrollo un debate de gran nivel en el que cada participante defendió sus posturas ante la futura reforma de la OCM; muchas coincidentes, sobre todo en base a un rechazo bastante generalizado, pero otras discordantes en función de los diferentes intereses representados.

Por la tarde se presentó una propuesta de posición de UPA ante la reforma de la OCM, propuesta que fue analizada y debatida, y cuyas conclusiones se basan fundamentalmente en las siguientes cuestiones:

– Rechazo rotundo a la propuesta liberalizadora de la Comisión, sobre todo en cuanto a los derechos de plantación, cuyo resultado de llevarse a cabo provocaría la expulsión de un gran número de explotaciones vitícolas de carácter familiar y una notable pérdida en la rentabilidad de sus explotaciones.
– Postura contraria al planteamiento del arranque como pilar básico de la reforma (con un 40 % del presupuesto en los primeros 5 años), pero al mismo tiempo UPA planteó la necesidad de considerar una salida del sector adecuadamente compensada para aquellos viticultores que por diversas razones (edad, falta de rentabilidad, etc.) deseen acogerse a un abandono definitivo.(sigue en página siguiente)
– No admitir de ninguna manera que se eliminen todos los mecanismos de gestión del mercado, sino que se deben seguir manteniendo las ayudas al almacenamiento, las prestaciones vínicas, las destilaciones de alcohol de uso de boca (aunque éstas deberían ser modificadas para que los viticultores se beneficiasen de manera más directa), las utilizaciones de mosto.
– Postura contraria a desviar fondos de la OCM para las políticas de desarrollo rural, en todo caso UPA propone que deben ser las medidas de desarrollo rural, con fondos FEADER las que complementen las acciones de la OCM.

Ante todo UPA reclama como unos de los objetivos fundamentales de la futura OCM y por encima de la mejora de la competitividad de nuestros vinos, el garantizar la renta de los viticultores, en especial de las pequeñas y medianas explotaciones vitícolas de carácter familiar. También demanda un presupuesto para nuestro país en función de la serie histórica de los últimos años, el condicionamiento de los diferentes apoyos que recibe el sector industrial (mejora de instalaciones, promoción, etc.) a compromisos con los agricultores a través de diversos instrumentos, como por ejemplo, contratos que tengan por objeto garantizar unos precios en origen justos y dignos. Se rechaza una implantación generalizada de las organizaciones de productores por considerar que en muchas ocasiones sus beneficios no llegarían a los viticultores.

Como medidas para controlar la oferta se plantean además del abandono definitivo del viñedo (con arranque o mantenimiento de las vides), la vendimia en verde, el aumento del porcentaje de las prestaciones vínicas, la prohibición de la chaptalización y el apoyo a la obtención de biocarburantes como fomento de energías alternativas.

También se demandan medidas como la intensificación de la defensa y protección de las indicaciones geográficas, la flexibilización en determinadas prácticas enológicas, el rechazo a la vinificación de mostos procedentes de países terceros, así como a la mezcla de vinos con vinos de terceros países. Por otro lado se reclama el fomento de la demanda a través de acciones de información y de comunicación, y sobre todo mediante campañas de promoción internas y externas.

En este contexto UPA planteó la necesidad de establecer una estrategia conjunta de todo el sector con objeto de intentar modificar los aspectos más negativos de la propuesta de la Comisión. En este sentido anuncia la posibilidad de llevar a cabo movilizaciones en los próximos meses.

UPA

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