La UNIÓ-COAG solicita al gobierno español, quien ostenta este semestre la presidencia de la Unión Europea, que frene urgentemente la aplicación de este impuesto que pretende imponer la Comisión Europea a petición de los países del norte porque podría ser la puntilla de un sector que se encuentra sumido en una grave crisis de precios a lo largo de las últimas dos campañas.
La Comisión Europea ha presentado una propuesta de nueva directiva, para aplicarla a partir de 2003, por la que se modifica la actual normativa sobre impuestos especiales donde se contempla la imposición de una tasa de 13.92 € por hectolitro de vino. La Comisión justifica la aplicación de este impuesto especial en que el vino no está gravado en la actualidad y que con este sistema no es posible aplicar el importe anual de la inflación.
A juicio de La UNIÓ-COAG la aplicación de esta tasa supone incluir al vino dentro de la categoría de bebidas alcohólicas al mismo nivel que por ejemplo el whisky, el ron, la ginebra, etc., olvidando las contrastadas propiedades beneficiosas sobre la salud que posee el vino. Según esta organización agraria el vino tomado con moderación tiene efectos beneficiosos para la salud y por tanto no debe entrar en la categoría de bebidas alcohólicas sino en la de alimentos.
Cabe señalar que en principio esta tasa afecta directamente a las bodegas y a los elaboradores de vino ya que el impuesto se aplica sobre el vino y no sobre la uva, aunque económicamente esta tasa afectará al sector de muchas maneras.
UNIÓ-COAG