Las primeras estimaciones que se han hecho desde la D.O. hablan de una reducción en la producción en torno a un 10-15% con respecto al año pasado, debido, fundamentalmente, a que la variedad Bobal se ha visto afectada por las bajas temperaturas de los meses de mayo y junio, sin embargo este hecho no restará calidad a los vinos producidos.
En concreto la vendimia de la Denominación de Origen conquense comenzó el pasado lunes, con la variedad Moscatel de Grano Menudo y Sauvignon Blanc, y a lo largo de esta semana la recogida se generalizará a las variedades tintas más tempranas como Syrah y Tempranillo. La semana que viene se incorporarán a la vendimia el resto de variedades tintas de la D.O. Ribera del Júcar.
Su presidente, Javier Prósper, afirma que desde las bodegas se tienen grandes expectativas y esperanzas en esta campaña que comienza, “los equipos técnicos de las bodegas son cada vez mejores y más adaptados a las necesidades reales y actuales del mercado; si a esto añadimos la gran profesionalización que existe en nuestras bodegas y que el estado de la uva es muy bueno, no tenemos la menor duda de que la calidad de los vinos de la D.O. va a ser muy buena”.
D.O. Ribera del Júcar