La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente fomentará el cultivo del viñedo destinado al cava de Almendralejo y el vino de verdejo de la Sierra de Gata-Hurdes mediante la venta de 200 hectáreas de derechos de viñedos en Extremadura, las dos variedades con más demanda.
Así lo indicó el director general de Política Agraria Comunitaria, Antonio Cabezas, que participó ayer por la tarde en Almendralejo, en un acto público en el Palacio del Vino y la Aceituna para dar a conocer la Orden de la consejería de 26 de agosto, por la que se ha puesto en marcha la venta de estos derechos.
Cabezas aclaró que se han reservado 200 de los 400 derechos ofertados para estas dos variedades «porque tienen unas características diferenciadoras muy importantes, que tienen ahora mismo una demanda muy superior a la oferta existente».
Además de los 100 derechos de cada variedad, habrá que incluir «el posible incremento proporcional si del resto de los 200 derechos que de forma general se van a distribuir a todos los agricultores que lo soliciten quedaran derechos sobrantes».
De este modo se incrementarían esos 100 derechos de 100 hectáreas para crear viñedos destinados a cava y 100 de verdejo de Gata-Hurdes.
Los jóvenes agricultores que cumplan la normativa de la Unión Europea podrían obtener los derechos gratis, mientras que el resto de los agricultores lo podrán obtener al precio de 1.100 euros la hectárea en la provincia de Cáceres y 1.700, en la de Badajoz, siendo el plazo de solicitudes hasta el día 15 de septiembre.
De esta forma, la consejería quiere «ayudar y estimular a que jóvenes agricultores, a título profesional o explotaciones prioritarias, accedan o puedan acceder a condiciones ventajosas, incluso en algunos casos de forma gratuita, a derechos de la reserva regional de viñedos para poder hacer plantaciones», apuntó Cabezas.
Por otra parte, el director general también habló de la reforma de la Organización Común del Mercado del Vino que se está negociando en la Unión Europea, y que, de aprobarse la propuesta de la comisión, supondría el arranque de 400.000 hectáreas de viñedos y la desaparición de las ayudas de regulación del mercado y «para nada va a favor de los intereses de Extremadura».
Sin embargo, se mostró optimista respecto al futuro del sector en Extremadura, ya que, en su opinión, algunas zonas como Tierra de Barros «pueden ser plenamente competitivas con cualquier viñedo mundial, lo único es que tenemos que saber trabajar, ganarnos los mercados internacionales, como poco a poco lo estamos haciendo».
AGRALIA