Así, señalaron que algunas variedades más tardías, como el Cabernet Sauvignon, se han visto «más afectadas» por las lluvias de primeros de octubre, que «mermaron» la producción. «En estas variedades las pérdidas se estiman en un 25 por ciento para algunas zonas», añadió Cordero.
Otra de las características de esta campaña es que tanto el grado como la acidez del fruto han sido «más altos de lo habitual», un incremento que «quizá haya estado motivado por las altas y mantenidas temperaturas de este largo y caluroso verano», explicaron a través de un comunicado.
En este sentido, comentaron que la calidad de la uva de la zona es «incuestionable», y que prueba de ello es la proliferación de bodegas que se están produciendo en el último lustro en la Serranía de Ronda. Así, Cordero explicó que «el viñedo y la producción de vino en Ronda y su comarca es anterior, incluso, a la época romana, pero ha estado unos años dormida».
Asimismo, el técnico añadió que en la comarca de Ronda se dan «las condiciones adecuadas para la elaboración de excelentes vinos», lo que ha provocado que en los últimos años «vuelvan las bodegas y contemos con denominaciones de origen propias».
«Tanto es así, que después de casi 25 años sin bodegas, en los últimos tiempos se han instalado unas 30 bodegas y la superficie destinada a la viña se estima en unas 200 hectáreas», concluyeron desde Asaja.
Europa Press