Las primeras son ayudas para la instalación de jóvenes en la agricultura, que acceden por primera vez a la titularidad exclusiva o compartida de una explotación agraria o a en calidad de socio de una entidad titular de una explotación de carácter asociativo. Las segundas son un con-junto de inversiones que con planteamientos técnicos, económicos y financieros adecuados, proyecta introducir el titular de una explotación agraria para su modernización y la mejora de su estructura.
Según LA UNIÓ, el pasado 1 de diciembre de 2005 se abrió por última vez el proceso para acceder a las ayudas a la primera instalación y a los planes de mejora, con un plazo de presentación de solicitudes que concluía el 30 de enero de 2006. Con posterioridad se publica en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana la Orden de 24 de octubre de 2006, de la Conselleria de Agricultura, por la que se suspende el plazo de presentación de solicitudes para el ejercicio 2007 de distintas ayudas con bases reguladoras en vigor, gestionadas por el Área de Fomento y Garantía Agraria, entre ellas las de primera instalación y planes de mejora.
LA UNIÓ señala que es evidente el creciente envejecimiento que sufre el campo valenciano y la falta de relevo generacional que amenaza su futuro a medio plazo, ante lo que caben incentivos oficiales que no son sin duda dejar sin efecto las ayudas hasta ahora vigentes. Según LA UNIÓ, el 52% de los agricultores y ganaderos de la Comunidad Valenciana han superado ya los 60 años, cuando hace pocos años este porcentaje era del 46%. Y por el contrario, los agricultores y ganaderos menores de 35 años apenas representan ya un escueto 3,8% del total cuando tres años atrás representaban el 6% de los profesionales del sector. Este problema es, de hecho, junto a la falta de rentabilidad de la actividad agraria por la crisis de precios que se ha acusado en los últimos años, la principal amenaza para la viabilidad del campo valenciano.
Cabe recordar como ejemplo que el partido en el Gobierno de la Generalitat anunció en su programa electoral para las elecciones autonómicas que los jóvenes que se incorporaran a la actividad agraria recibirían una ayuda de hasta 18.000 euros anuales durante los tres primeros años. También se prometió que los agricultores dispuestos a ceder o arrendar su actividad agraria a un descendiente o a una explotación o cultivo en común y deseasen retirarse anticipadamente, una vez cumplidos los 55 años, percibirían la misma cantidad. Sin embargo, ni hay ayudas para primera instalación o planes de mejora ni se han cumplido esos anuncios electorales que iban a complementar las anteriores.
LA UNIÓ-COAG