Ante una amenaza, muchos animales reaccionan emitiendo sustancias químicas que ahuyentan a los predadores y previenen a otros del peligro, y las aves no son una excepción. Un nuevo estudio de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC demuestra por primera vez que las aves son capaces de oler la sustancia que producen sus crías ante un peligro y, por tanto, el miedo de estas en el nido.
Cuando los pollos se quedan solos en el nido están expuestos a depredadores y a una multitud de riesgos. Si se ven amenazados, los pollos de carraca europea (Coracias garrulus), una especie de ave que cría en agujeros, expulsan por la boca una sustancia anaranjada y olorosa que sus padres son capaces de identificar como una señal de algún tipo de peligro. Así lo confirma un estudio publicado en la revista Biology Letters.
“Hasta hace relativamente poco tiempo se pensaba que las aves usaban el olfato de manera anecdótica, pero actualmente, hay muchas evidencias de su uso en contextos importantes”, explica a SINC Deseada Parejo, autora principal del trabajo e investigadora en el departamento de Ecología Funcional y Evolutiva de la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC.
La comunidad científica ya sabía que las aves tienen la capacidad de producir sustancias defensoras químicas al sentirse amenazadas. Sin embargo, se desconocía si estas señales de alarma podían ser identificadas por otras aves como riesgo de depredación.
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