El ecólogo Dana Blumenthal con el Servicio de Investigación Agrícola (ARS) llegó a estas conclusiones tras estudiar 243 especies europeas de plantas y sus plagas fúngicas y víricas en Europa y EE.UU.
Blumenthal, colaboró con la Universidad de Carolina del Norte y la Universidad de República Checa en el estudio. Los resultados mostraron que las especies de plantas invasoras que crecen rápidamente y que son adaptadas a suelos húmedos y ricos en nitrógeno tuvieron muchos patógenos víricos y fúngicos en su tierra nativa. Pero cuando estas malezas llegaron a EE.UU., se escaparon de muchos de sus enemigos naturales.
Se piensa que tal escape de enemigos numerosos provee a las especies exóticas una ventaja sobre las especies autóctonas que todavía tienen que ocuparse de sus enemigos. Sin embargo, este es el primer estudio que muestra que es posible predecir, basado en el tipo de planta, si una planta se ha escapado de solamente pocos enemigos o una variedad más amplia de enemigos. Específicamente, las especies exóticas que crecen rápidamente y son las malezas las que tienen más probabilidad de tener una variedad amplia de enemigos.
Desafortunadamente, ellas son las mismas especies que se benefician del cambio climático. Las especies de malezas que crecen muy rápidamente medran en un medio ambiente donde hay muchos recursos. Y el cambio climático aumenta ciertos recursos claves para las plantas, tales como dióxido de carbono y nitrógeno en el suelo, por aumentos en los gases de efecto invernadero–dióxido de carbono y óxido nitroso, respectivamente.
Por consiguiente, las especies exóticas de malezas que crecen rápidamente tienen una ventaja doble en el mundo de hoy en día.
USDA