Así, la organización agraria auguró que si persisten las lluvias en la zona, la vendimia «va a verse retrasada forzosamente» y «el producto va a quedar inservible», ya que «si la uva dañada por el granizo no se recoge con prontitud, ésta se estropea rápidamente».
De este modo, según UPA-PV, la campaña «puede verse afectada por completo, no solo en la cantidad de la producción sino también con un detrimento en la calidad del producto, perjudicando seriamente al viticultor».
Hizo hincapié en que esta situación «contribuiría a agravar la ya delicada situación económica en la que se encuentran los viticultores valencianos, que arrastran unas campañas caracterizadas por los bajos precios para sus productos, promovidos por la combinación de un exceso de la oferta y un descenso paulatino en el consumo de vino per cápita», con lo que «padecen un continuado descenso en sus rentas que incluso obligan, en algunos casos, a abandonar la actividad por falta de viabilidad».
Actualmente, en la Comunitat Valenciana existen algo más de 75.000 hectáreas destinadas al cultivo de la vid, con una producción superior a las 370.000 toneladas, principalmente localizas en la provincia de Valencia y más concretamente en la comarca de Utiel-Requena, que aglutina más del 55 por ciento del total.
UPA-PV instó por ello a las administraciones públicas a «considerar la difícil situación económica por la que atraviesa el sector del vino en la Comunitat» y solicitó «medidas urgentes que hagan remontar esta situación, como campañas de promoción del consumo de vino, promoción en terceros países que incrementen las exportaciones, medidas para la mejora de las explotaciones, cooperativas y bodegas y medidas para estabilizar el mercado».
Europa Press