Señaló que esta situación «tan crítica» no se da en otras importantes zonas vitivinícolas de Europa, ya que, por ejemplo, los viticultores franceses venden su vino de mesa a 0,40 €/kg, y en otras zonas españolas como La Rioja se pagan a los productores cerca de 1 €/kg, según se puso de manifiesto en una reciente jornada sobre denominaciones de origen organizada por la fundación Ivifa.
La Unió indicó que estos datos demuestran que existe demanda en los mercados y que «los operadores comerciales son los que se lucran a costa del productor en la Comunidad Valenciana».
Al respecto, Alberto Lacruz, responsable del sector del vino de esta organización, expresó la «impotencia» de los productores de vino frente a la situación en la que se encuentran: «Se ha invertido, siguiendo los consejos de los técnicos, para mejorar la calidad y la producción mediante nuevas variedades, modernizando la explotación, el cultivo en espaldera, pero todo este esfuerzo no se ve compensado con un aumento de los ingresos», afirmó.
Lacruz aseveró que «es muy triste trabajar para producir y no poder vivir de tu trabajo, que al final lo que trae como consecuencia es un abandono de las viñas, cuyos efectos aún son difíciles de valorar, pero que nos daremos cuenta en poco tiempo».
Con todo, La Unió destacó que el sector vitivinícola valenciano «necesita noticias positivas que no llegan». «Existe retraso en el pago de las ayudas a la producción integrada de la viña y en la de destilación de alcohol para uso de boca; además, la moratoria de los préstamos para paliar y ayudar a la crisis en la que se encuentra sumergido debería entrar en vigor a partir del 1 de diciembre de 2009».
En cuanto a la autorización de arranque de viñas, criticaron que «tampoco se llevan a cabo las inspecciones en campo que permitan iniciar este arranque y los viticultores van ya a contrarreloj, pues esta actuación ha de realizarse antes de que concluya este año».
Europa Press