La Presidencia portuguesa de turno de la UE espera alcanzar un acuerdo político a finales de año. En cualquier caso, el texto definitivo no podrá ser aprobado hasta febrero de 2008 cuando lo vote el Parlamento Europeo, la mayoría de las medidas podrían entrar en vigor en 2009.
El nuevo texto pretende aumentar la competitividad del sector, alcanzar un equilibrio entre oferta y demanda, prohibir la adición de azúcar al vino, así como, simplificar y flexibilizar la normativa y reforzar un modelo de calidad ligado a las indicaciones geográficas y denominaciones de origen.
Otros de los puntos más polémicos de la propuesta de Bruselas el arranque de viñedos, y la supresión de las ayudas a las destilaciones de crisis y de uso de boca -que afectan a caldos españoles como el vino de Jerez- y al mosto. Durante el último Consejo de Agricultura y Pesca de la UE, las autoridades españolas consideraron que Bruselas había dado un «gran paso» al reducir la superficie de viñedos que debe desaparecer de la UE.
Especialmente la delegación española pidió que se mejoren los sistemas de protección de las denominaciones de origen y propuso establecer un período transitorio que permita a los operadores adaptarse al nuevo escenario.
Durante los diferentes debates, nueve Estados miembros -España, Francia, Italia, Portugal, Hungría, Letonia, Chipre, Luxemburgo y Malta- se opusieron a la primera propuesta de arranque de viñedos planteada por Bruselas, debido principalmente al alcance y al periodo de aplicación.
Junta de Castilla y León